El convenio establece que el 80% de la mano de obra empleada en el proyecto será de origen rionegrino, lo que responde a una de las principales demandas del sector gremial. Como parte del acuerdo, se incorporarán 30 trabajadores en un plazo máximo de 48 horas, con el compromiso de sumar más empleados en los próximos días.
Las negociaciones se reanudaron luego de un período de tensión en el que se había registrado una interrupción en las actividades. La principal preocupación del gremio era garantizar una mayor presencia de trabajadores locales en la obra, un punto que finalmente fue aceptado por las empresas.
El acuerdo también incluye un nuevo mecanismo para la resolución de conflictos laborales. A partir de ahora, cualquier reclamo presentado por el gremio deberá ser respondido por la empresa en un plazo máximo de tres días. En caso de no haber respuesta o no alcanzarse un entendimiento, la Secretaría de Trabajo intervendrá para mediar en la situación.
Otro aspecto central del convenio es la obligación del gremio de notificar con anticipación cualquier medida de fuerza. Este punto busca evitar la paralización de las actividades sin un previo proceso de diálogo entre las partes involucradas.
Además, se acordó un pago extraordinario destinado a los trabajadores que vieron afectados sus ingresos durante el tiempo que duró el conflicto. Esta compensación busca mitigar el impacto económico de la interrupción en los salarios.
La audiencia en la que se firmó el acuerdo contó con la presencia de representantes de todas las partes involucradas. Por UOCRA participaron Juan Garrido, Damián Miler, Huilcaleo y el abogado Diego Zang de UOCRA Central. Por Techint-Sacde, asistieron Marcelo Cerella y Francisco González Boado, mientras que YPF estuvo representada por Ezequiel Basso y Nicolás Sawonczak. También estuvieron presentes autoridades de la Secretaría de Trabajo.
El compromiso alcanzado es considerado un avance significativo tanto para los trabajadores como para las empresas, ya que sienta bases claras para el desarrollo de la obra y la estabilidad laboral en la región. Con estas nuevas reglas, se espera minimizar los conflictos y agilizar la toma de decisiones en caso de futuras disputas.
La obra del oleoducto Vaca Muerta Sur es una de las más importantes en la región, con una inversión millonaria destinada a mejorar la infraestructura de transporte de hidrocarburos. La demanda de mano de obra calificada y el impacto económico de este proyecto hacen que la estabilidad laboral sea un factor clave para su desarrollo.
El gobierno de Río Negro destacó la importancia de este acuerdo, señalando que beneficia directamente a la economía local y garantiza el cumplimiento de las normativas laborales establecidas. Además, remarcaron la necesidad de continuar con el diálogo permanente entre los distintos actores involucrados.
Con la normalización de las actividades, las empresas involucradas podrán avanzar con el cronograma establecido para la obra, lo que permitirá seguir generando empleo y desarrollo en la región. La incorporación de trabajadores rionegrinos contribuirá a fortalecer el vínculo entre la industria y la comunidad local.
Desde UOCRA, se mostraron conformes con el resultado de la negociación y resaltaron la importancia de haber logrado que las empresas prioricen la contratación de mano de obra local. También aseguraron que seguirán monitoreando el cumplimiento de lo acordado para garantizar que se respeten los compromisos asumidos.
Este acuerdo no solo soluciona un conflicto reciente, sino que también marca un precedente en la industria, estableciendo un marco de negociación más ordenado y previsible para futuras discusiones laborales en el sector de la construcción en Vaca Muerta.