Uno de los principales factores que explican esta caída es la baja demanda de gas en esta época del año, lo que ha llevado a que el 85% de las fracturas se concentren en pozos de petróleo. Sin embargo, esta actividad petrolera también se ha visto limitada por la capacidad de evacuación, la cual no se espera que aumente hasta diciembre, cuando se incorporarán 50.000 barriles diarios adicionales a la red de Oleoductos del Valle (Oldelval).
Entre las empresas más activas en septiembre, YPF lideró con 708 etapas de fractura, seguida por Pan American Energy (PAE) con 164 y Pluspetrol con 145. Tecpetrol, por su parte, sumó 142 etapas, destacándose su trabajo en el bloque Puesto Parada, mientras que Vista y Phoenix Global Resources completaron 136 y 108 etapas, respectivamente. Este último dato es relevante, ya que marca la finalización de los primeros tres pozos de Vaca Muerta en la provincia de Río Negro, los cuales se espera que entren en producción en breve.
La disminución en la actividad de fractura no es un hecho aislado, sino que forma parte de un contexto más amplio en el cual las empresas ajustan su producción de acuerdo a las demandas del mercado. El sector del gas, que en años anteriores había mostrado un crecimiento sostenido, se encuentra en un período de menor demanda estacional. Este cambio de enfoque hacia el petróleo refleja la estrategia de las compañías para adaptarse a las fluctuaciones del mercado energético, especialmente en un momento en que la capacidad de transporte de crudo está al límite.
Otro elemento clave es la ampliación de la red de oleoductos, cuya capacidad actual está restringiendo la posibilidad de aumentar la producción. La incorporación de nuevos cupos de transporte en diciembre podría marcar un punto de inflexión para la actividad en Vaca Muerta, permitiendo a las empresas un mayor margen de maniobra para incrementar la extracción de petróleo. Sin embargo, hasta ese momento, es probable que la actividad se mantenga en niveles moderados.
A pesar de este contexto de relativa desaceleración, las expectativas para Vaca Muerta siguen siendo altas. Las inversiones continúan fluyendo y, con la mejora de la infraestructura de transporte, se espera que las empresas retomen con fuerza su actividad. Además, la producción de los primeros pozos en Río Negro podría abrir nuevas oportunidades para la expansión de la explotación de hidrocarburos no convencionales en esa provincia, lo que reforzaría la posición de Vaca Muerta como uno de los pilares del desarrollo energético de Argentina.
La actividad en Vaca Muerta continúa en baja (por segundo mes consecutivo)
La actividad de fractura en Vaca Muerta ha mostrado una disminución por segundo mes consecutivo, registrándose en septiembre un total de 1.403 etapas de fractura, lo que representa una caída del 4,23% en comparación con las 1.465 de agosto. Este descenso refleja una pausa en la actividad de varias empresas, que buscan acelerar nuevamente en los próximos meses. Según el informe elaborado por Luciano Fucello, country manager de NCS Multistage para la Fundación Contactos Energéticos, solo seis de las 12 empresas operativas en la zona trabajaron en la terminación de sus pozos en septiembre.