Una de las inversiones más relevantes es la de Aconcagua Energía, que invertirá 54,8 millones de dólares durante los próximos diez años en tres áreas petroleras convencionales de Río Negro. El acuerdo incluye un bono inicial de 22 millones de dólares y un 15% de la producción destinada al gobierno provincial, encabezado por Alberto Weretilneck. Esta concesión se extiende a los yacimientos de Entre Lomas, 25 de Mayo – Medanito S.E., y Jagüel de los Machos, campos que están en declive y que los grandes jugadores del sector, como YPF, Chevron y Shell, han comenzado a abandonar.
En 2023, Vista Energy, de Miguel Galuccio, había sido la encargada de gestionar estos campos, pero luego de vender la operación a Aconcagua, la compañía de capitales nacionales se encargó de recuperar los pozos abandonados, con el desafío de revertir el declive de la producción. Este modelo de negocio, que incluye un bono de inicio y parte de la producción como financiamiento, permite que las empresas más pequeñas accedan a operar áreas de gran envergadura.
La retirada de las grandes compañías de estos yacimientos convencionales responde a la búsqueda de mayores márgenes de rentabilidad en Vaca Muerta, donde los costos de extracción son menores. Sin embargo, las pymes petroleras, que cuentan con estructuras más ágiles y eficientes, encuentran en estos yacimientos convencionales una oportunidad para maximizar la producción con inversiones más pequeñas.
El CEO de Aconcagua Energía, Leonardo Deccechis, explicó que las grandes petroleras se están concentrando en los proyectos de Vaca Muerta debido a la alta rentabilidad del shale oil, mientras que las pymes se quedan con los yacimientos convencionales, que requieren una gestión más eficiente. A pesar de que la rentabilidad por barril en estos campos es inferior, las pymes logran optimizar los costos y aumentar la producción.
La actual política petrolera implementada por el presidente Javier Milei también favorece este modelo de negocio. El régimen de precios internacionales para la venta de crudo, combinado con incentivos fiscales e impositivos, ha reactivado la producción, brindando a las empresas más pequeñas una ventaja en términos de competitividad. En comparación con Vaca Muerta, donde la inversión por barril es de 13 dólares, los costos de producción en los yacimientos convencionales pueden llegar hasta los 55 dólares por barril, lo que explica la salida de las grandes compañías.
A pesar de la alta rentabilidad de Vaca Muerta, los yacimientos convencionales siguen siendo una fuente importante de producción en Argentina, con 23.000 pozos en producción y otros 23.000 parados que podrían reactivarse. En este sentido, Deccechis subrayó la importancia de contar con un modelo de negocio flexible y adaptado a las circunstancias, lo cual es esencial para competir con los gigantes del sector.
La eficiencia operativa es un factor clave para el éxito de las pymes en este segmento. Aconcagua, por ejemplo, logró poner en marcha 130 pozos que estaban parados, revertiendo el declive de producción en solo un año. En un yacimiento convencional, la falta de inversión puede reducir la producción en un 15% anual, por lo que la reactivación de estos pozos es crucial para mantener la rentabilidad.
Además de la apuesta por los yacimientos convencionales, el grupo Aconcagua también participa en otros sectores relacionados con la industria petrolera, como los servicios para la extracción de crudo y la generación de energía. En Mendoza, la compañía tiene concesiones en el sector no convencional, donde busca un socio estratégico para impulsar su desarrollo.
Un ejemplo adicional de las inversiones en el sector de petróleo convencional es el caso de Quintana Energy y TSB, una empresa vinculada al suegro de la modelo Nicole Neumann, Claudio Urcera. Esta firma espera que el gobierno de Río Negro prorrogue la concesión del yacimiento Estación Fernández Oro, actualmente operado por YPF, para poder adquirir la operación y continuar con su explotación.
La prórroga de las concesiones hidrocarburíferas será discutida en la Legislatura de Río Negro en una sesión extraordinaria, lo que podría abrir nuevas oportunidades para las pymes petroleras en la región. La participación de empresas como Aconcagua y Quintana Energy refleja el creciente interés por los recursos convencionales, que, aunque menos rentables, siguen siendo una pieza fundamental para la producción de petróleo en Argentina.
A lo largo de los años, las grandes empresas como Vista Energy han demostrado que los yacimientos convencionales no deben ser descartados, sino que pueden seguir siendo rentables si se les aplica un enfoque de gestión adecuado. En este sentido, el grupo Aconcagua ha logrado capitalizar esta oportunidad con un modelo eficiente que permite maximizar la producción a partir de pozos que, de otro modo, habrían quedado fuera de producción.
Alberto Weretilneck, gobernador de Río Negro, ha sido un actor clave en este proceso, al facilitar la extensión de las concesiones y crear un entorno favorable para las inversiones. El gobierno provincial ha mostrado su apoyo a las pymes petroleras al ofrecer incentivos y un marco regulatorio que facilita la operación de empresas de menor tamaño en los yacimientos de la región.
En resumen, el negocio petrolero en Río Negro está experimentando un cambio significativo con el avance de las pymes en los yacimientos convencionales. Estas empresas están demostrando que, a través de una gestión eficiente y un enfoque flexible, es posible mantener y aumentar la producción en campos que, de otro modo, habrían sido abandonados por las grandes compañías. El rol del gobierno provincial, las políticas impulsadas por el presidente Milei y la capacidad de adaptación de las pymes están llevando a la región a una nueva etapa en su historia petrolera.
Las pymes petroleras apuestan al negocio en Río Negro
En el ámbito del petróleo en Argentina, las pequeñas y medianas empresas (pymes) están avanzando con una estrategia centrada en los yacimientos convencionales de Río Negro, áreas que los gigantes del sector están dejando atrás debido a la rentabilidad inferior en comparación con los campos de Vaca Muerta. Entre estas pymes, destaca Aconcagua Energía, que ha logrado cerrar acuerdos millonarios y tomar el control de yacimientos en declive, lo que marca una nueva etapa para la industria petrolera nacional.