De los 72 pozos conectados, 39 se ubicaron en la cuenca Neuquina, mientras que el Golfo San Jorge contribuyó con 32. Sin embargo, la cuenca del Cuyana no registró actividad desde abril, lo que evidencia las diferencias regionales en el desarrollo de los hidrocarburos. Esta disparidad pone de manifiesto la predominancia de Vaca Muerta como motor de crecimiento del sector.
Desde 2015, Vaca Muerta ha liderado la revolución de los recursos no convencionales en Argentina. El uso de tecnologías avanzadas, como la perforación horizontal y las múltiples fracturas hidráulicas, ha permitido optimizar la extracción y maximizar la producción. Este enfoque tecnológico consolidó a la cuenca Neuquina como la región más dinámica del país en términos de explotación energética.
A pesar de este progreso, el panorama no está exento de desafíos. La actividad en pozos convencionales, especialmente en el Golfo San Jorge, ha disminuido drásticamente en los últimos años. Entre 2016 y 2019, los bajos precios internacionales del petróleo afectaron severamente esta región, dificultando su recuperación.
Por otro lado, la producción de gas en Argentina ha mostrado fluctuaciones. Aunque el Plan Gas 4, implementado en 2021, revitalizó el segmento, en octubre solo se conectaron ocho pozos de gas, mientras que los de petróleo ascendieron a 56. Esto refleja una dependencia predominante en el crudo, pero también un potencial a desarrollar en el sector gasífero.
Las empresas líderes en el mercado, Pan American Energy (PAE) y YPF, tuvieron un rol fundamental en la actividad de octubre. Con 26 y 24 pozos conectados respectivamente, ambas compañías concentran gran parte de la actividad del sector. Mientras tanto, otras empresas del rubro participaron de manera más limitada.
La recuperación del sector hidrocarburífero en octubre no solo se debe a un contexto internacional más favorable, sino también a los incentivos económicos y la consolidación de políticas públicas como el Plan Gas 4. Estas medidas han sido clave para impulsar el crecimiento en un mercado caracterizado por su volatilidad.
No obstante, persisten desafíos significativos en cuanto a la sostenibilidad de este crecimiento. La preferencia por la explotación inmediata plantea interrogantes sobre la capacidad de mantener las reservas a largo plazo. Este aspecto es particularmente relevante en regiones como la cuenca Cuyana, que sigue estancada.
Además, la diversificación hacia el gas natural emerge como un eje estratégico. Aunque el sector de los no convencionales ha permitido grandes avances en petróleo, el futuro podría depender de un desarrollo más equilibrado entre ambos recursos.
Las políticas públicas continuarán siendo un factor crucial para la estabilidad del sector. Iniciativas como el Plan Gas 4 han demostrado su efectividad en el corto plazo, pero será necesario un enfoque a largo plazo que promueva la inversión y fomente la exploración.
Vaca Muerta se posiciona como la columna vertebral de la industria hidrocarburífera en Argentina. Su desarrollo no solo ha transformado la producción nacional, sino que también ha establecido al país como un actor relevante en el mercado energético global.
La estabilidad del sector dependerá en gran medida de un entorno internacional favorable y de la continuidad de políticas que fomenten el desarrollo. Los precios internacionales del petróleo y del gas, así como las innovaciones tecnológicas, jugarán un rol central en este proceso.
El repunte de octubre representa un respiro para una industria que ha enfrentado años de incertidumbre. Sin embargo, queda por verse si este crecimiento será coyuntural o si marcará el inicio de una etapa sostenida de expansión y consolidación.
En definitiva, Vaca Muerta sigue liderando el camino, no solo como un motor económico, sino también como un símbolo de la capacidad de innovación y adaptación del sector hidrocarburífero argentino. Su evolución será clave para definir el futuro energético del país.
Vaca Muerta lidera la recuperación y el repunte de pozos en Argentina
La industria hidrocarburífera de Argentina experimentó un significativo repunte en octubre de 2024, marcando un cambio positivo en un sector que había enfrentado desafíos en los últimos años. Según un informe reciente, durante ese mes se conectaron 72 pozos en el país, cifra que representa un aumento considerable frente a los 58 pozos registrados en septiembre. Este crecimiento resalta el papel crucial de Vaca Muerta, que con el 54% de los pozos conectados, continúa siendo el eje central del desarrollo hidrocarburífero en Argentina.