A principios de julio, se inauguró en Salta la planta de Centenario Ratones, propiedad de Eramine Sudamérica, una empresa conjunta entre el grupo francés Eramet y la productora de acero china Tsingshan. Esta planta tiene una capacidad de producción de 24.000 toneladas de litio carbonato equivalente (LCE), elevando la capacidad instalada nacional a 136.500 toneladas. Su construcción requirió una inversión de aproximadamente 870 millones de dólares.
En 2022, la Argentina contaba con dos operaciones funcionando y un potencial productivo de 37.500 toneladas LCE, de las cuales se produjeron 35.050 toneladas, equivalentes al 93% de su capacidad ese año. En 2023, se puso en marcha la planta de Cauchari Olaroz en Jujuy, operada por Minera Exar, una empresa compuesta por la china Ganfeng, Lithium Argentina y la local JEMSE. Esta planta, con una capacidad de 40.000 toneladas LCE y una inversión de 979 millones de dólares, prácticamente duplicó la capacidad productiva previa.
Además, la capacidad de producción se incrementó con las ampliaciones de proyectos de larga data como Mina Fénix, inaugurada en 1997, y Salar Olaroz, operativo desde 2015, que sumaron 10.000 y 25.000 toneladas LCE respectivamente, llevando la capacidad instalada total a 112.500 toneladas.
La CAEM destacó que, una vez que las plantas operen a su máxima capacidad, se espera un aumento significativo en los volúmenes de exportación y, por ende, mayores ingresos de divisas para el país. El sector del litio es uno de los más dinámicos en Argentina, junto con el de los hidrocarburos. El país es actualmente el cuarto mayor productor mundial de litio, el tercero en reservas y el segundo en recursos.
Con una cartera de 50 proyectos de litio en diferentes grados de desarrollo, la Argentina prevé escalar al tercer puesto mundial en producción de litio a corto plazo. Entre los proyectos más destacados en el corto plazo se encuentran la planta Tres Quebradas (3Q) en Catamarca, de Zijin-Liex, el proyecto Salar de Rincón de Rio Tinto en Salta, y el Proyecto Minero Sal de Oro en el Salar del Hombre Muerto, a cargo de la minera surcoreana Posco.
La industria del litio en Argentina no solo se destaca por su capacidad productiva sino también por las inversiones significativas que atrae. Las empresas internacionales están interesadas en desarrollar proyectos en el país debido a su abundancia de recursos y el marco regulatorio favorable. Este interés internacional es crucial para el desarrollo de la infraestructura necesaria y para la implementación de tecnologías avanzadas que maximicen la eficiencia y sostenibilidad de la producción de litio. Además, la colaboración con empresas extranjeras permite a Argentina beneficiarse de la transferencia de conocimientos y prácticas de vanguardia en la minería del litio.
El crecimiento de la industria del litio en Argentina también tiene implicaciones positivas para la economía local y el desarrollo regional. Las inversiones en nuevos proyectos mineros generan empleos directos e indirectos y fomentan el desarrollo de comunidades locales a través de programas de responsabilidad social corporativa. Asimismo, el aumento en la capacidad de producción y exportación de litio contribuye a la diversificación de la economía argentina, disminuyendo la dependencia de sectores tradicionales como la agricultura y los hidrocarburos. Con una estrategia clara y sostenida, Argentina tiene el potencial de convertirse en un líder global en la producción de litio, impulsando así su desarrollo económico y tecnológico.
Argentina busca escalar al tercer puesto mundial en producción de litio
En los últimos dos años, la Argentina ha triplicado su capacidad para producir carbonato de litio, posicionándose como un actor clave en el mercado global de este mineral. Según un informe de la Cámara Argentina de Empresas Mineras (CAEM), el país cuenta actualmente con cuatro plantas operativas y decenas de proyectos en diversas etapas de desarrollo.