Marín destacó la importancia del oleoducto para superar el actual cuello de botella en el transporte de petróleo desde Vaca Muerta, lo que permitirá que el país avance hacia su objetivo de convertirse en un exportador de energía por un valor de 30.000 millones de dólares anuales. En este contexto, YPF está en conversaciones con la empresa texana Energy Transfer, una de las principales compañías de midstream en Estados Unidos, con el fin de sumar a la empresa al proyecto.
Aunque los detalles específicos aún no han sido confirmados, se espera que Energy Transfer participe en el esquema de capital accionario del oleoducto Vaca Muerta Sur, en conjunto con otros productores de hidrocarburos que operan en Vaca Muerta, como Vista, Chevron, TecPetrol, PAE, Shell, ExxonMobil y Pluspetrol. Energy Transfer, que opera en 44 estados de Norteamérica y exporta a 80 países, podría aportar su experiencia en el transporte de hidrocarburos y su infraestructura, que incluye una terminal de Gas Natural Licuado (GNL) en Luisiana.
Con esta colaboración internacional y el impulso de YPF, el oleoducto Vaca Muerta Sur podría convertirse en un pilar clave para el desarrollo energético de Argentina, consolidando al país como un jugador relevante en el mercado energético global.
El oleoducto Vaca Muerta Sur no solo representa un avance técnico, sino también una oportunidad estratégica para Argentina en el contexto energético global. La ubicación de la terminal en Punta Colorada permitirá acceder a mercados internacionales más allá de los destinos tradicionales, lo que podría incrementar significativamente los ingresos por exportación de crudo. Además, la construcción del oleoducto está alineada con la visión de largo plazo de YPF, que busca posicionar al país como un líder en la producción y exportación de energía en la región.
La participación de Energy Transfer, que posee una vasta experiencia en el transporte de hidrocarburos en las principales cuencas de Estados Unidos, como Permian y Bakken, ofrece una garantía de eficiencia y confiabilidad para el proyecto. Su involucramiento no solo aportaría capital, sino también tecnología y conocimientos avanzados que podrían ser cruciales para optimizar la operación del oleoducto y garantizar su éxito. La posible creación de una nueva empresa de transporte de crudo, en alianza con otros grandes actores de la industria, refuerza la idea de una colaboración estratégica que beneficiará a todas las partes involucradas.
Por otro lado, el contexto económico global, marcado por una creciente demanda de energía, brinda una ventana de oportunidad para que Argentina se inserte de manera más competitiva en el mercado internacional. Marín subrayó que la situación económica actual del país, combinada con la disposición de financiamiento externo, genera un ambiente propicio para la concreción de proyectos de gran envergadura como este. El oleoducto Vaca Muerta Sur, por lo tanto, no solo resolverá problemas internos de transporte de petróleo, sino que también potenciará la capacidad exportadora de Argentina, fortaleciendo su economía y consolidando su rol como proveedor energético a nivel mundial.
El oleoducto Vaca Muerta Sur: el primer proyecto RIGI de energía en Argentina
El presidente de YPF, Horacio Marín, se mostró muy optimista en relación al desarrollo del oleoducto Vaca Muerta Sur, un proyecto que promete resolver los problemas de transporte de petróleo desde los pozos de Vaca Muerta, en la provincia de Neuquén, hasta una terminal de exportación marítima en Punta Colorada, Río Negro. Este ambicioso proyecto, que será el primero en Argentina bajo la modalidad RIGI (Red Integrada de Gas e Infraestructura), demandará una inversión aproximada de 2.500 millones de dólares.