El proyecto de TGS se basa en maximizar la infraestructura de transporte existente, lo que se traduce en menores costos y plazos constructivos. Durante el invierno, se espera que la iniciativa sustituya importaciones de GNL y gasoil que actualmente compensan el déficit de gas natural en las cuencas del Norte y Sur del país, cuyos precios son de tres a cinco veces superiores a los del gas de la Cuenca Neuquina. Además, TGS ha subrayado que este proyecto es complementario y no excluye la posibilidad de avanzar con la construcción del Tramo II del GPNK y otras obras de infraestructura necesarias para el desarrollo de Vaca Muerta.
La obra principal del proyecto contempla una ampliación en el tramo Tratayén – Salliqueló del GPNK bajo la Ley de Hidrocarburos y el Régimen de Iniciativa Privada (IP), con la instalación de tres nuevas plantas compresoras que sumarán 90.000 HP y una inversión de aproximadamente 500 millones de dólares. Paralelamente, se ampliará el sistema regulado de TGS con la instalación de 20 km de loops de cañería y 15.000 HP de compresión en el Gasoducto Neuba II, con una inversión adicional de 200 millones de dólares.
Oscar Sardi, CEO de TGS, destacó la importancia de contar con la infraestructura necesaria para capitalizar las reservas de Vaca Muerta, equivalentes a más de 120 años de consumo interno. Gustavo Mariani, CEO de Pampa Energía, y Luis Fallo, Director Ejecutivo del grupo Sielecki, remarcaron que TGS ha invertido más de 700 millones de dólares en instalaciones Midstream desde 2019 y que este nuevo proyecto reafirma el compromiso de la compañía con el crecimiento económico y social del país.
Los beneficios del proyecto incluyen un impacto positivo en la balanza comercial de Argentina, con ahorros anuales superiores a 700 millones de dólares y ahorros fiscales en torno a 500 millones de dólares gracias a la sustitución de importaciones. Además, la producción incremental de gas natural implicará la perforación de aproximadamente 20 pozos en la etapa inicial, con una inversión estimada de 400 millones de dólares, sin incluir las inversiones adicionales en midstream.
Sardi concluyó que esta es la alternativa de ampliación más eficiente, ya que permitirá a Argentina priorizar sus recursos propios a partir de 2026, dejando de gastar 700 millones de dólares anuales en importaciones que podrían ser reemplazadas por gas de Neuquén a un costo significativamente menor, garantizando así el abastecimiento interno y generando importantes ahorros.
Además del impacto económico, el proyecto de TGS tiene importantes implicaciones para la seguridad energética del país. Al reducir la dependencia de importaciones de GNL y gasoil, Argentina podrá tener un mayor control sobre su suministro energético, especialmente durante los meses de invierno, cuando la demanda es más alta. La disponibilidad constante y fiable de gas natural también es crucial para las industrias locales, que dependen de este recurso para mantener sus operaciones y competitividad. La construcción y puesta en marcha del proyecto generarán empleo en múltiples sectores, desde la ingeniería y construcción hasta la operación y mantenimiento de las nuevas instalaciones, contribuyendo al desarrollo económico de las regiones involucradas.
El desarrollo de Vaca Muerta es clave para la estrategia energética de Argentina, y este proyecto de TGS es un paso significativo en esa dirección. Con una inversión que supera los 700 millones de dólares, se espera no solo satisfacer la demanda interna de gas natural de manera más eficiente y económica, sino también fortalecer la posición del país como un exportador confiable de energía en la región. La sinergia entre el sector privado y el gobierno en la ejecución de este proyecto subraya la importancia de la colaboración para alcanzar objetivos comunes de desarrollo sostenible y autosuficiencia energética.
TGS propone invertir más de 700 millones de dólares para el gas de Vaca Muerta
La compañía TGS, controlada por Pampa Energía y la familia Sielecki, ha presentado un ambicioso proyecto al Ministerio de Economía para la ampliación de los sistemas de transporte de gas existentes. La inversión proyectada asciende a 700 millones de dólares, con el objetivo principal de incrementar significativamente la disponibilidad de gas natural en el nodo Litoral para el invierno de 2026. Esto permitirá sustituir importaciones costosas de GNL y gasoil, generando importantes ahorros para el país y potenciando las exportaciones regionales.