Horacio Marín, representante de YPF, destacó la importancia de la infraestructura de gas natural licuado (GNL) para las exportaciones, señalando que su ausencia sería un grave error que podría representar la pérdida de hasta 30 mil millones de dólares en ingresos.
El informe de la consultora Economía & Energía confirma que la producción de petróleo y gas natural está en su mejor momento de las últimas dos décadas, impulsada en gran medida por los recursos de Vaca Muerta. En marzo, se alcanzó la cifra simbólica de mil millones de barriles equivalentes de petróleo producidos en esta región desde que Repsol perforara el primer pozo de shale gas en 2010.
El superávit en la balanza energética durante el primer trimestre ascendió a 1.670 millones de dólares, un reflejo del auge petrolero y gasífero que atraviesa el país. Las proyecciones optimistas sugieren que Argentina podría producir un millón de barriles por día y exportar hasta 30 mil millones de dólares anuales.
El sector privado destaca la necesidad de condiciones de inversión competitivas y estables, así como reglas claras en materia tributaria para garantizar el desarrollo sostenido de la industria. Además, resalta la importancia de políticas que fomenten la cadena de suministro local y generen empleo sin incrementar los costos de producción de manera significativa.
Neuquén emerge como una provincia clave en este panorama, con una sólida dependencia de recursos propios y un crecimiento poblacional que demanda una mayor infraestructura. La industria petrolera se posiciona como un motor económico fundamental, con el potencial de estabilizar la macroeconomía del país y convertirlo en un exportador estructural de energía a nivel mundial.
En este contexto, la explotación de Vaca Muerta no solo impulsa el crecimiento económico argentino, sino que también abre las puertas a un futuro exportador prometedor, sustentado en recursos energéticos abundantes y una industria en constante evolución.
El crecimiento exponencial de la producción petrolera y gasífera en Argentina, especialmente gracias a los recursos de Vaca Muerta, representa una oportunidad única para el país en términos de generación de divisas y estabilidad económica. Con una demanda doméstica de petróleo ya satisfecha, cada barril adicional producido se convierte en una nueva fuente de ingresos a través de las exportaciones, fortaleciendo la posición financiera de Argentina en el mercado internacional.
Sin embargo, para capitalizar plenamente este potencial, es crucial que el gobierno y el sector privado trabajen en conjunto para crear un entorno de inversión favorable y estable. Esto implica políticas claras y consistentes, así como incentivos para el desarrollo de la industria y la cadena de suministro local. Con el enfoque adecuado en la infraestructura y el apoyo a la innovación, Argentina puede consolidar su posición como un actor destacado en el mercado global de energía, aprovechando al máximo los abundantes recursos que ofrece Vaca Muerta.