La consultora Rystad Energy proyecta que la producción podría llegar al millón de barriles diarios para 2030, aunque el ritmo actual sugiere que esto podría lograrse incluso antes. Este avance responde a la inversión sostenida en tecnología, infraestructura y perforaciones eficientes, elementos que han permitido a la región superar a los principales bloques de producción convencional del país.
Entre los bloques destacados, Loma Campana, operado por YPF y Chevron, lidera con una producción diaria de 88.229 barriles, seguido por La Amarga Chica y Bajada del Palo Oeste, que reportaron incrementos significativos en sus niveles de extracción. Además, bloques como Bandurria Sur y La Calera continúan consolidándose como piezas clave en el crecimiento del shale oil argentino.
En el sector del gas, Fortín de Piedra, operado por Tecpetrol, se mantiene como líder con una producción de 11,8 millones de metros cúbicos diarios en octubre. Lo siguen Aguada Pichana Este, gestionado por TotalEnergies, y Aguada Pichana Oeste, de Pan American Energy, que también registraron cifras destacadas.
La exportación de hidrocarburos ha transformado la balanza comercial energética de Argentina. En los primeros diez meses del año, el saldo positivo alcanzó los 4.300 millones de dólares, con un aumento del 23,4% en las exportaciones de crudo y gas, y una caída del 48,8% en las importaciones energéticas. Este escenario abre oportunidades para una menor restricción de divisas y mayores acuerdos internacionales, como el recientemente firmado con Brasil para la provisión de gas a industrias.
YPF, como actor principal, ha intensificado su enfoque en el sector no convencional, desinvirtiendo en áreas tradicionales y avanzando con proyectos estratégicos. Entre ellos, destaca la perforación del pozo más largo en Vaca Muerta, con una rama horizontal de 4.958 metros, lo que refleja un compromiso con la eficiencia y la reducción de costos.
Las mejoras en infraestructura, como la construcción del gasoducto Vaca Muerta Sur, también juegan un papel crucial en este crecimiento. Con una inversión de 2.500 millones de dólares, este proyecto ampliará la capacidad de transporte y facilitará la exportación de petróleo y gas hacia mercados internacionales.
Según Rystad Energy, la combinación de innovación, inversión y políticas públicas favorables sitúa a Vaca Muerta como un motor de desarrollo económico y energético. Esta región no solo redefine el mercado de hidrocarburos en Argentina, sino que también se perfila como un jugador relevante en el contexto energético global.
Vaca Muerta proyecta una producción de un millón de barriles diarios para 2030
La producción de petróleo y gas en Vaca Muerta sigue marcando hitos significativos que posicionan a esta formación como un pilar clave en la estrategia energética de Argentina. En octubre de 2024, Vaca Muerta alcanzó una producción diaria de 447.460 barriles de petróleo, representando un crecimiento del 26,35% en comparación con el mismo mes del año anterior.