De acuerdo con el balance presentado por la compañía, el Ebitda (ganancia antes de intereses, impuestos y amortizaciones) reflejó un salto significativo, producto de una gestión enfocada en eficiencia, tecnología y disciplina financiera.
Durante el trimestre, YPF alcanzó una producción de 170 mil barriles diarios de petróleo no convencional, un 43% más que en el mismo período del año anterior, incluso tras la venta del 49% del bloque Aguada del Chañar. En octubre, la producción escaló hasta los 190 mil barriles por día, cumpliendo de forma anticipada el objetivo fijado para fin de año.
El shale oil ya representa el 70% del total producido por la compañía, desplazando progresivamente la participación del crudo convencional. “Esta estrategia, que combina el crecimiento del shale y la salida de los campos maduros, permitió mejorar los costos y el Ebitda en unos US$ 1.300 millones anuales respecto de hace dos años”, destacó la empresa en su reporte.
Entre los hitos técnicos más relevantes, YPF completó el pozo más largo perforado hasta la fecha en Vaca Muerta, con 8.200 metros de longitud, y logró ejecutar otro de casi 6.000 metros en apenas 11 días, un récord que refleja los avances en automatización, estandarización y velocidad operativa.
Las inversiones totales del trimestre alcanzaron los US$ 1.017 millones, de los cuales el 70% se destinó a desarrollos no convencionales. Este enfoque permitió reducir los costos de extracción en cerca de 30% en los últimos dos años, consolidando un modelo de producción sustentado en la innovación tecnológica.
En el área de refinación y comercialización, la empresa también mostró un desempeño sólido: las ventas de combustibles crecieron 3% frente al trimestre anterior, y las refinerías operaron en su máximo nivel de procesamiento en 15 años, fortaleciendo la integración vertical de la cadena energética.
Con estos resultados, YPF reafirma su liderazgo en el desarrollo energético nacional y su rol estratégico en la generación de divisas a través de la exportación de crudo y derivados.
La compañía proyecta mantener un ritmo de inversión sostenido durante el último trimestre del año, consolidando su transformación operativa y tecnológica en Vaca Muerta, epicentro del nuevo ciclo de expansión petrolera argentina.