El objetivo principal de la auditoría es asegurar que el proceso de selección sea claro y justo. Las provincias de Buenos Aires y Río Negro están compitiendo intensamente por ser el emplazamiento del megaproyecto, que no solo representará una inversión histórica, sino que también podría transformar la balanza comercial de Argentina. Se estima que, para 2031, el país podría exportar energía por un valor equivalente a US$ 30.000 millones anuales, una cifra comparable a las exportaciones actuales de granos. YPF, la petrolera estatal, proyecta que sus exportaciones de energía podrían oscilar entre US$ 10.000 y US$ 12.000 millones.
YPF ha enviado cartas a los gobiernos de Buenos Aires y Río Negro para detallar las necesidades del proyecto y, con base en las respuestas recibidas, se definirá la ubicación final. Este proceso es crucial para ambas provincias, y se espera que el anuncio oficial se haga a finales de agosto. Los puertos en consideración son Bahía Blanca y Punta Colorada. Bahía Blanca cuenta con infraestructura existente, pero su gran tráfico comercial podría ser un impedimento para el proyecto de GNL. Por otro lado, Punta Colorada tiene el potencial de convertirse en un nuevo centro energético.
La primera condición establecida por YPF para el proyecto es la adhesión al Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI), aprobado recientemente por el Congreso, que otorga beneficios fiscales y cambiarios a proyectos con inversiones superiores a US$ 200 millones. El gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck, se adelantó y logró que la legislatura provincial aprobara la adhesión al RIGI, siendo la primera provincia en hacerlo. Por su parte, el gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, anunció que presentará un proyecto de ley similar para crear el Régimen Provincial de Fomento de Inversiones Estratégicas.
El proyecto de GNL también involucra una inversión total de alrededor de US$ 30.000 millones, de los cuales US$ 20.000 millones se destinarán al desarrollo de gasoductos y otras instalaciones. Además, YPF comenzará en septiembre la construcción del oleoducto Vaca Muerta Sur, que conectará el reservorio de mayor producción con el futuro puerto en Río Negro, aumentando las exportaciones de petróleo. Paralelamente, Pan American Energy (PAE) ha anunciado la contratación de un buque de licuefacción en colaboración con la empresa noruega Golar, que posee la tecnología necesaria para convertir el gas en estado líquido.
El megaproyecto no solo representa una oportunidad significativa para YPF y Petronas, sino que también es un hito para la industria energética de Argentina. Con la creciente demanda mundial de energía y la necesidad de diversificar las fuentes de suministro, el gas natural licuado se presenta como una alternativa viable y sostenible. La transparencia en la selección del sitio de construcción es fundamental para asegurar la confianza de los inversores y las partes interesadas, y la participación de Arthur D. Little garantiza que se sigan los estándares internacionales más rigurosos en el proceso.
El impacto económico de este proyecto es monumental, y va más allá de las cifras de inversión y exportación. La creación de empleos directos e indirectos durante la construcción y operación de las instalaciones, el desarrollo de infraestructura y la mejora en la balanza comercial del país son solo algunos de los beneficios esperados. A medida que avanza el proyecto, la colaboración entre el sector público y privado, junto con el compromiso de las provincias involucradas, será crucial para su éxito. Este megaproyecto de GNL no solo posicionará a Argentina como un jugador clave en el mercado global de energía, sino que también impulsará su desarrollo económico y tecnológico en los próximos años.
Megaproyecto de GNL de YPF: transparencia y competencia en la selección del sitio de construcción
YPF y Petronas se encuentran en una etapa crucial para definir el futuro del megaproyecto de gas natural licuado (GNL) en Argentina, con una inversión proyectada de más de US$ 30.000 millones. Este ambicioso proyecto incluye la construcción de gasoductos y una planta de licuefacción que permitirá llevar el gas de Vaca Muerta a los mercados internacionales. Para garantizar la transparencia en el proceso de selección del sitio de construcción, la reconocida consultora internacional Arthur D. Little, con sede en Boston, ha sido elegida para auditar el proyecto.