La decisión marca un punto de inflexión en la estrategia de YPF, que avanza hacia modelos de perforación más integrados, seguros y eficientes. Los nuevos equipos permitirán optimizar tiempos críticos de operación, reducir riesgos en formaciones complejas y mejorar la calidad final de los pozos, un factor clave en la nueva etapa de alta productividad de la cuenca.
Para la petrolera de bandera, la adjudicación ratifica no solo la confianza en DLS Archer, sino también el giro hacia proveedores capaces de integrar tecnología, capital humano especializado y resiliencia operativa. Las mejoras contractuales, señalan fuentes del sector, responden a la necesidad de sostener ritmos crecientes de perforación sin comprometer estándares.
El contrato representa también un hito para DLS Archer, que capitaliza una etapa de expansión iniciada en 2024 con la adquisición de ADA, subsidiaria de Air Drilling Associates Inc. Esa operación amplió su portafolio y la posicionó como un socio estratégico para desarrollos no convencionales en Argentina y la región.
Con este nuevo acuerdo, la compañía reforzará su presencia en Vaca Muerta justamente en un contexto de mayor actividad, impulsado por infraestructura clave, mejores precios y proyectos de exportación de mediano plazo. El fortalecimiento operativo de sus equipos en Neuquén anticipa un salto en escala para los próximos años.
Dag Skindlo, CEO de Archer, celebró la adjudicación y destacó que YPF “reafirma su confianza en nuestra capacidad para ofrecer excelencia operativa con los más altos estándares de seguridad y cuidado ambiental”. El ejecutivo subrayó que el contrato contribuye al desarrollo energético del país y al posicionamiento internacional de Vaca Muerta.
Desde la operación local, Gerardo Molinaro, VP de Land Drilling de DLS Archer, remarcó que la firma del contrato “representa orgullo y responsabilidad”, y aseguró que continuarán trabajando junto a YPF para fortalecer una relación que ya muestra resultados concretos en eficiencia y tecnología aplicada.
El acuerdo también envía señales al mercado energético global, donde los proyectos de shale más competitivos se apoyan en escalabilidad y estabilidad. La incorporación de equipos MPD —una tecnología aún poco extendida en la región— coloca a Vaca Muerta en un nivel de sofisticación comparable a grandes cuencas internacionales.
Además, la adjudicación refuerza la previsibilidad para las operaciones de DLS Archer en el país, generando condiciones para ampliar capacidades industriales, sumar empleo especializado y proyectar nuevas inversiones en Neuquén, donde la compañía opera desde hace décadas.
En paralelo, YPF consolida una estrategia que busca sostener un ritmo elevado de perforación, clave para los planes de exportación de crudo y gas previstos hacia 2027 y 2028. La eficiencia en la perforación, remarcan en la industria, será uno de los factores determinantes para cumplir esos objetivos.
A medida que Vaca Muerta transita una fase de madurez productiva y mayor escala, contratos como este permiten acelerar el aprendizaje tecnológico y homologar estándares internacionales. La sinergia entre operadora y contratista será central para reducir costos por barril y maximizar productividad.
La alianza DLS Archer–YPF se convierte así en un caso testigo del rumbo que toma la industria: más tecnología, más integración y más previsibilidad. En un escenario de competencia global por inversiones, el acuerdo refuerza la posición de Argentina como jugador emergente en el mercado energético.
Con su impacto directo en capacidades operativas, empleo calificado y desarrollo industrial, el contrato se suma a las piezas clave que consolidan a Neuquén como el nodo energético más dinámico del Cono Sur. Vaca Muerta, una vez más, vuelve a marcar el paso.