Para Marín y su equipo, estas exportaciones representan un hito significativo, no sólo en términos económicos, sino también estratégicos. Según sus cálculos, el saldo positivo en la balanza comercial energética superaría los 25.000 millones de dólares, equiparable a la mitad de la deuda actual con el Fondo Monetario Internacional o aproximadamente el 25% del capital reestructurado durante la pandemia con fondos privados de inversión.
El corazón de este ambicioso proyecto es Vaca Muerta, la vasta reserva de petróleo y gas no convencional que se extiende por la provincia de Neuquén y partes de las provincias vecinas. Marín ha bautizado este plan como "4x4", con el objetivo principal de cuadruplicar el valor de la acción de YPF en tan solo cuatro años.
El plan 4x4 se fundamenta en cuatro pilares estratégicos. En primer lugar, se enfoca en potenciar la producción en Vaca Muerta, considerada una de las mayores reservas de hidrocarburos del mundo. Además, contempla la venta de campos petroleros maduros a empresas más pequeñas, así como la optimización de la eficiencia y productividad en los yacimientos y refinerías de la compañía.
Un aspecto crucial de este plan es el mega proyecto para la producción de Gas Natural Licuado (GNL), en colaboración con Petronas, la compañía estatal de Malasia, y otras grandes petroleras presentes en el país. Se estima que esta iniciativa requerirá inversiones anuales cercanas a los 16.000 millones de dólares.
La infraestructura desempeña un papel crucial en esta estrategia. YPF lidera la construcción del Oleoducto Vaca Muerta Sur, que facilitará la exportación de energía hacia mercados internacionales a través de un puerto de aguas profundas en Punta Colorada. Este proyecto, junto con otras iniciativas de transporte, promete eliminar los cuellos de botella logísticos que podrían obstaculizar el crecimiento de la industria petrolera.
Marín, ex tenista profesional y apasionado del deporte, compara la visión de YPF en este sector con la estrategia de un jugador de tenis de élite, enfocándose únicamente en los "torneos grandes". En este contexto, Vaca Muerta y el gas licuado son los principales protagonistas, mientras que la compañía considera la posibilidad de desprenderse de activos menos rentables en otras regiones del país.
El plan de YPF no solo apunta a consolidar a Argentina como una potencia energética regional, sino también a diversificar sus fuentes de ingresos y reducir su dependencia de factores climáticos. Si se ejecuta con éxito, este proyecto podría tener un impacto significativo en la economía del país, contribuyendo a la estabilidad macroeconómica y al bienestar social.
Además de la dimensión económica, el plan de YPF también tiene importantes implicaciones medioambientales y geopolíticas. La transición hacia una mayor producción de energía no convencional plantea desafíos y oportunidades en términos de sostenibilidad y diversificación de la matriz energética. En un mundo que avanza hacia formas más limpias y renovables de energía, el éxito de este proyecto podría posicionar a Argentina como un actor clave en la transición global hacia una economía más verde y sustentable.
Por otro lado, desde una perspectiva geopolítica, el aumento en la capacidad de exportación de energía podría fortalecer la posición de Argentina en el escenario internacional y abrir nuevas oportunidades de cooperación y negociación con otros países. Esta iniciativa no solo beneficiaría a la economía nacional, sino que también podría contribuir a la estabilidad regional y a la consolidación de alianzas estratégicas en el ámbito energético. En resumen, el plan de YPF para potenciar Vaca Muerta representa un paso significativo hacia el futuro energético de Argentina, con implicaciones que van más allá de las fronteras del país.
Argentina potencia energética: el ambicioso plan de YPF para equiparar a Vaca Muerta con el campo
En un futuro no muy lejano, específicamente para el año 2031, Argentina podría encontrarse en la cúspide de su poderío energético, con exportaciones estimadas en unos impresionantes 30.000 millones de dólares anuales. Estas proyecciones fueron delineadas por el presidente de YPF, Horacio Marín, durante su intervención en Expoagro.