Hecho histórico: la Argentina superará este año el récord de producción de petróleo alcanzado en 1998

La industria energética argentina atraviesa un momento histórico. Tras varios años de incertidumbre económica, la consolidación de Vaca Muerta como motor de la producción permitió alcanzar cifras récord en gas y acercarse a un máximo en petróleo que no se superaba desde hace casi tres décadas.

En julio, el país produjo 160,8 millones de m3 diarios de gas natural y batió el récord anterior, registrado en agosto de 2004. De mantenerse esta tendencia, antes de fin de año también se alcanzará un nuevo récord de producción de crudo, superando los niveles de septiembre de 1998.

Ese mes se habían producido 828.000 barriles diarios de petróleo, mientras que en julio pasado la producción totalizó 811.000 barriles diarios. De ese volumen, Vaca Muerta aportó 508.400 barriles, consolidándose como el principal polo de crecimiento en la cuenca neuquina.

El incremento de la producción se explica por la ampliación de la capacidad de transporte. En octubre, la secretaría de energía adjudicará la ampliación del gasoducto Perito Moreno, obra que demandará una inversión de US$ 700 millones y que permitirá incrementar el transporte de 21 a 35 millones de m3 diarios a partir del invierno de 2027.

Ese mismo año llegará al país el primer buque de licuefacción, el Hilli Episeyo, operado por Southern Energy (SESA) —integrada por Pan American Energy (30%), YPF (25%), Pampa Energía (20%), Harbour Energy (15%) y Golar LNG (10%)—. Este proyecto sumará 11,5 millones de m3 diarios de gas natural licuado. En 2028 se incorporará un segundo buque, el MKII, con 16 millones de m3 diarios adicionales.

Con ambos buques, la Argentina podrá exportar 27 millones de m3 diarios de gas, equivalentes al 17% de la producción actual. En paralelo, YPF avanza en acuerdos con Eni y Shell para construir nuevos barcos de GNL, lo que refuerza la estrategia de expansión exportadora.

En petróleo, las proyecciones apuntan a que la cuenca neuquina podría duplicar su producción hacia 2030 y superar el millón de barriles diarios, compensando la declinación de los yacimientos convencionales. Cada barril adicional tendrá como destino prioritario la exportación, lo que explica el avance del oleoducto VMOS.

El proyecto VMOS conectará la cuenca neuquina con Río Negro y entrará en operación a fines de 2026 con una capacidad inicial de 180.000 barriles diarios, que se ampliará a 550.000 en 2027. Esta infraestructura es vista como clave para sostener el crecimiento de la producción en Vaca Muerta.

La expectativa es que la balanza comercial energética pase de un superávit actual de US$ 6.000 millones a más de US$ 20.000 millones en cinco años. Sin embargo, especialistas advierten que el camino no será lineal y que la coyuntura internacional puede moderar el ritmo de perforaciones.

“El año pasado estábamos en un precio de entre US$ 80 y US$ 90 por barril y ahora hablamos de entre US$ 60 y US$ 70. Eso reduce las ventas y achica el margen de reinversión”, explicó Daniel Drizzen, director de Aleph Energy. A la volatilidad externa se suma la incertidumbre política y económica local, lo que afecta las decisiones de inversión.

El economista Daniel Gerold, de G&G Energy Consultants, señaló que cuando caen los precios del petróleo los ingresos de las productoras se reducen, y si además aumentan los costos internos, el margen para invertir se achica aún más. La comparación con Estados Unidos refleja esa brecha: perforar un pozo en Vaca Muerta cuesta 45% más que en el Permian.

Las diferencias responden al mayor costo del capital, a la menor competencia de proveedores y a la presión impositiva, con regalías provinciales del 12% y retenciones del 8%. En este marco, la rentabilidad se ve limitada pese al crecimiento sostenido de los volúmenes.

“Con precios internacionales en baja y costos domésticos en alza, para pagar sueldos hacen falta cada vez más barriles. Eso deja a las empresas menos margen para invertir”, advirtió Nicolás Gadano, economista jefe de Empiria. El desafío es que el potencial geológico no siempre se traduce en resultados económicos inmediatos.

El escenario que enfrenta la Argentina combina oportunidades de crecimiento sin precedentes con restricciones que podrían enlentecer su desarrollo. La capacidad de sortear los vaivenes de los precios internacionales, controlar los costos internos y ofrecer un marco regulatorio estable será determinante para consolidar a Vaca Muerta como un polo exportador de escala global.

TBSA avanza con un tren de pasajeros y carga para Vaca Muerta (con financiamiento de US$ 600 millones)

La posibilidad de contar con un tren que conecte la cuenca neuquina con Bahía Blanca comienza a materializarse con el proyecto impulsado por Toro Brokers SA (TBSA), que ya cuenta con una carta de intención y financiamiento asegurado por US$ 600 millones. La iniciativa busca transformar la logística de Vaca Muerta y, al mismo tiempo, ofrecer un servicio de transporte de pasajeros en la región.

Aconcagua Energía pasa a estar en manos de Tango Energy

La petrolera Aconcagua Energía informó oficialmente que logró la reestructuración de su deuda y que, tras el cierre de la operación, el control de la compañía pasará a manos de Tango Energy S.A.U.. La comunicación fue remitida a la Comisión Nacional de Valores (CNV) y a Bolsas y Mercados Argentinos (BYMA).

Vaca Muerta: el desafío de perforar 400 pozos anuales para llegar al millón de barriles diarios

Después de que Neuquén alcanzará un récord histórico con más de 529.000 barriles de petróleo por día, Argentina ya vislumbra la posibilidad de superar el millón de barriles diarios antes de 2030, apoyada en el desarrollo de los yacimientos con objetivo Vaca Muerta. Los especialistas señalan que la clave estará en el ritmo de actividad y la capacidad de sostenerlo en el tiempo.