Uno de los pilares fundamentales de esta nueva propuesta es la implementación de la Canasta Básica Energética (CBE), que establecerá los criterios de inclusión y exclusión para recibir subsidios parciales o totales en los servicios de gas y luz. La CBE se calculará de manera que el costo total no supere el 10% de los ingresos totales del hogar, con un valor estimado entre $ 30.000 y $ 40.000 mensuales para un consumo básico.
El nuevo esquema de subsidios estará determinado por varios factores, incluyendo la cantidad de personas en el hogar, la ubicación geográfica y los ingresos familiares. Según se ha informado, aquellos hogares con ingresos por encima de los $ 319.467 mensuales perderán los subsidios, ya que el impacto de la Canasta sobre los ingresos superaría el 10%.
Además, se han establecido criterios de exclusión adicionales para aquellos usuarios que posean ciertos activos o realicen determinadas acciones, como la posesión de aeronaves, embarcaciones de lujo, propiedades inmuebles, entre otros. Asimismo, se considerará el historial de viajes al exterior, la adquisición de dólares, los consumos con tarjeta de crédito y otros indicadores de capacidad económica.
La implementación de este nuevo esquema no requerirá un nuevo empadronamiento para aquellos usuarios que ya estén inscritos en el Registro de Acceso a los Subsidios a la Energía (RASE). Sin embargo, se deberán actualizar los datos conforme a los nuevos criterios establecidos.
Este cambio en la metodología de entrega de subsidios energéticos implica que la mayoría de los usuarios energéticos pagarán la tarifa plena de gas y luz, en un intento por racionalizar el gasto y garantizar una distribución más equitativa de los recursos disponibles.
Con este paso, la Secretaría de Energía busca resolver las incongruencias derivadas de la acumulación de los esquemas de subsidios vigentes, que han generado consumos excesivos y distorsiones en el mercado energético. Se espera que esta nueva medida contribuya a una mayor eficiencia y sostenibilidad en el sistema energético del país.
Además de la redefinición de los criterios de acceso a los subsidios, se ha planteado una estrategia de control y monitoreo continuo para garantizar la transparencia y la correcta asignación de los recursos. Se establecerán mecanismos de actualización periódica de los datos sobre ingresos familiares, lo que permitirá identificar posibles errores de inclusión y mantener actualizada la información sobre la situación socioeconómica de los beneficiarios.
Por otro lado, es importante destacar que este cambio en el régimen de subsidios energéticos se enmarca en un contexto de ajustes tarifarios y presiones inflacionarias, lo que plantea nuevos desafíos para el equilibrio entre el acceso a los servicios básicos y la sostenibilidad económica. Si bien se busca priorizar la asistencia a los sectores más necesitados, será fundamental un seguimiento cuidadoso de la implementación de estas medidas para evaluar su impacto real en la población y garantizar una transición gradual y justa hacia un sistema más equitativo y eficiente en términos energéticos.
Nuevo régimen de subsidios energéticos: ¿quiénes serán excluidos y cómo funcionará?
La Secretaría de Energía ha llevado a cabo una audiencia pública virtual para presentar un nuevo esquema de subsidios energéticos que busca redefinir el acceso a los mismos, con especial énfasis en garantizar la ayuda a los sectores más vulnerables sin promover el derroche. Este anuncio ha generado un amplio debate en la sociedad, especialmente ante la perspectiva de una economía nacional en una situación crítica y en constante búsqueda de equilibrio.