La compañía, que históricamente centró su negocio en paneles y componentes individuales, avanzó hacia un modelo integral que combina módulos fotovoltaicos, inversores, centros de transformación y baterías. Esta estrategia busca resolver incompatibilidades técnicas entre equipos y ofrecer soluciones llave en mano para proyectos residenciales, comerciales e industriales y utility scale.
Uno de los segmentos de mayor crecimiento en la región es el residencial. Burgos destacó que la demanda de inversores híbridos se disparó en países como Colombia y Ecuador, donde la dependencia hidroeléctrica y el impacto del fenómeno de El Niño generan preocupación por la estabilidad de la red. Estas soluciones permiten a los hogares mantener suministro incluso ante cortes prolongados.
En el ámbito comercial e industrial, Canadian Solar impulsa baterías C&I SolBank de 277 kWh, junto con sistemas SolBank de gran escala para plantas solares. La modularidad y la capacidad de integración convierten a estas tecnologías en una respuesta directa a la creciente necesidad de almacenamiento en Sudamérica.
Perú se posiciona como uno de los mercados más dinámicos hacia 2026. Burgos señaló que la compañía recibe solicitudes para parques solares de más de 200 MW, en un contexto donde la nueva regulación exige almacenamiento obligatorio. Este cambio normativo abre una ventana de oportunidad para soluciones integradas y acelera la transición energética peruana.
Colombia atraviesa un proceso similar. La inminente aprobación del reglamento técnico “S Colombia” permitirá avanzar con proyectos de almacenamiento a gran escala, un componente clave para sostener la expansión solar ante la vulnerabilidad del sistema eléctrico.
Argentina aparece como un mercado con alto potencial, aunque condicionado por factores macroeconómicos. Canadian Solar observa una cartera latente de proyectos que podría activarse rápidamente si se reduce el riesgo financiero. “Argentina será un gran jugador en renovables cuando se supere el riesgo financiero”, aseguró Burgos durante la entrevista.
La expansión regional también abarca mercados secundarios pero estratégicos. En Chile, la agrovoltaica crece con fuerza, especialmente en el sur, impulsando la demanda de almacenamiento en instalaciones agroindustriales. En Ecuador, los apagones de 2023 aceleraron la adopción solar. Y en Bolivia comienza a despertarse el interés por diversificar una matriz históricamente gasífera.
En su roadmap tecnológico, Canadian Solar anticipó el lanzamiento de paneles de hasta 735 W manteniendo el formato actual, una apuesta por la densidad energética en un contexto de encarecimiento del suelo para proyectos solares. También introducirá tecnología HJT, orientada a mejorar la eficiencia sin ampliar superficie.
Otro desarrollo clave es SolBank Flex, un sistema de almacenamiento pensado para zonas con accesibilidad limitada en Colombia, Perú o Ecuador. Este formato permite transportar kits de baterías en geografías complejas y facilita el despliegue en proyectos donde la logística es un desafío crítico.
La compañía también trabaja en la integración de inteligencia artificial en sus inversores para mejorar la respuesta ante cambios de voltaje, frecuencia o requerimientos del operador de red. “Los inversores son parte del cerebro de las instalaciones solares”, explicó Burgos, subrayando la necesidad de convertirlos en dispositivos más autónomos y predictivos.
Cada una de estas innovaciones está diseñada para responder a la diversidad regulatoria, ambiental y de infraestructura que caracteriza a los países sudamericanos. Para Canadian Solar, la flexibilidad será clave en la expansión regional de los próximos años.
“Esta es una gran vitrina para que todos los involucrados en el sector nos conectemos”, concluyó Burgos, destacando el rol estratégico del Future Energy Summit para acelerar alianzas y abrir nuevas oportunidades de negocio.
Con un portafolio robusto y presencia consolidada en los mercados más dinámicos de la región, Canadian Solar se posiciona como un actor central en la transición energética sudamericana, con 2026 marcado como un punto de inflexión para el crecimiento del almacenamiento solar.