“El desarrollo de energías renovables no se puede planificar sin estabilidad”, expresó Brito ante empresarios del sector. Consideró que los avances recientes en materia económica, bajo la gestión del presidente Javier Milei, abren una oportunidad histórica para consolidar una matriz energética más limpia y moderna en Argentina.
Brito celebró que el riesgo país haya bajado de más de 2100 puntos a 680, lo que permite acceder a mejores condiciones de financiamiento. “La estabilidad económica permite invertir, permite visualizar el negocio de largo plazo”, remarcó, y subrayó que este panorama podría reactivar inversiones que habían quedado paralizadas en años anteriores.
El empresario también puso el foco en los desafíos estructurales que aún enfrenta el sector. En particular, identificó a la insuficiencia del sistema de transporte eléctrico como el principal cuello de botella para ampliar la capacidad instalada de energías renovables en el país.
“Se requiere también de una inversión importante en transporte de energía, a largo plazo y que requiere de estabilidad económica”, explicó. En este sentido, afirmó que Genneia está preparada para participar en obras de infraestructura, incluso en consorcio con otras empresas del rubro, si se garantizan reglas claras y sostenidas en el tiempo.
La compañía, que hoy lidera el ranking de generación renovable en Argentina, basa el 70% de sus inversiones en financiamiento crediticio. Brito afirmó que, con un entorno previsible, los proyectos podrían comenzar a movilizarse con capital del mercado local, algo impensado hasta hace poco.
Actualmente, todo el fondeo de Genneia proviene del exterior. Sin embargo, la recuperación del crédito bancario y el repunte de los depósitos en dólares permitirían ampliar las fuentes de financiamiento interno, un paso clave para sostener el ritmo de expansión de la energía renovable.
Argentina, además, cuenta con un recurso natural envidiable. “El potencial que tenemos, tanto en fuentes eólicas como solares, es inagotable”, aseguró Brito, aunque advirtió que aprovecharlo plenamente exige resolver barreras históricas de infraestructura y planificación.
Otro tema abordado por el accionista de Genneia fue el Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI), impulsado por el Gobierno nacional. Si bien reconoció que puede ser útil para algunos sectores, minimizó su impacto en la industria renovable.
Brito explicó que el sector ya cuenta con beneficios impositivos contemplados en la Ley 27.191, por lo que el diferencial que ofrece el RIGI no sería tan relevante. “Tenemos un marco fiscal favorable que otras industrias no tienen”, indicó.
La declaración cobra peso en momentos en que el Gobierno busca captar inversiones a través de este nuevo régimen, lo que genera expectativas en distintos sectores productivos. Para Brito, el crecimiento del sector renovable dependerá más de la estabilidad macroeconómica y de la solución de problemas estructurales.
En definitiva, el empresario trazó un panorama optimista para la energía verde en el país, siempre que se consoliden las condiciones macroeconómicas necesarias. “Las bases están. Ahora hay que sostenerlas y usarlas para transformar la matriz energética argentina”, concluyó.