Sin embargo, el CEO de Pampa Energía, Marcelo Mindlin, fue claro al destacar que Vaca Muerta, por sí sola, no será la salvación de la economía argentina. En una entrevista reciente, aseguró que “la estabilidad de precios y el acceso a los mercados de capitales” son los factores clave para mejorar la situación económica del país. Mindlin destacó que, en siete años, la producción de Vaca Muerta podría generar tantas exportaciones como el sector agrícola, lo que proporcionaría estabilidad macroeconómica y un aumento en las divisas.
El impacto de estas inversiones es considerable. Además de su enfoque en el petróleo, Pampa Energía ha invertido significativamente en energías renovables, con 830 millones de dólares desembolsados desde 2018 en proyectos de este tipo. El más reciente es el Parque Eólico Pampa Energía VI, para el cual ya se han destinado 260 millones de dólares, con una inversión total prevista de 500 millones.
Mindlin subrayó la importancia de continuar invirtiendo, independientemente del contexto político o económico. “Hemos apostado a la inversión en estos últimos años durante todos los gobiernos, lo que nos permitió crecer a los niveles actuales”, afirmó. No obstante, también reconoció que algunos contextos son más favorables que otros, y destacó que el mundo observa con interés el potencial energético de Argentina.
Pampa Energía ha demostrado su capacidad de adaptación al emitir recientemente un bono de 410 millones de dólares a 7 años en Nueva York, con el fin de refinanciar deuda y financiar proyectos en Vaca Muerta, como el desarrollo del yacimiento de shale oil en Rincón de Aranda. Este bono permitirá aliviar el vencimiento de un bono anterior de 750 millones de dólares que vence en 2027 y mejorar el perfil de deuda de la empresa.
En el sector del gas, la compañía también ha tenido avances significativos, con una producción diaria promedio de 14,5 millones de metros cúbicos durante el segundo trimestre de 2024. Parte de este éxito se debe a la ampliación de la capacidad del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner, una inversión privada de 700 millones de dólares, donde Pampa Energía tiene el 50 por ciento de participación.
Mindlin también se refirió a la intervención estatal en el sector energético, señalando que la reducción de dicha intervención ha favorecido el desarrollo de las empresas privadas. En cuanto al cepo cambiario, expresó que su eliminación sería clave para atraer más inversiones extranjeras, aunque aclaró que Pampa Energía ha sabido operar tanto con cepo como sin él, debido a que no tiene una casa matriz que demande dividendos en dólares.
La trayectoria de Pampa Energía y sus inversiones futuras posicionan a la compañía como un actor fundamental en el desarrollo de Vaca Muerta, pero Mindlin advirtió que el verdadero progreso económico dependerá de una mayor estabilidad en los precios y un acceso sostenido a los mercados internacionales.
Mindlin también hizo hincapié en la importancia de las políticas económicas coherentes y de largo plazo para asegurar el éxito de las inversiones en el sector energético. En su opinión, si bien el crecimiento en Vaca Muerta es alentador, la falta de acceso a financiamiento internacional podría frenar el desarrollo de nuevos proyectos. El acceso a los mercados de capitales es fundamental para que las empresas energéticas puedan continuar invirtiendo en infraestructura y tecnología que permitan aumentar la producción y mejorar la competitividad del país en el mercado global.
A pesar de los desafíos, Pampa Energía mantiene su optimismo sobre el futuro del sector energético en Argentina. La empresa sigue apostando no solo por el petróleo y el gas, sino también por las energías renovables, lo que demuestra una visión integral y diversificada del futuro energético. Según Mindlin, esta diversificación es clave para enfrentar la volatilidad de los mercados y los cambios en las políticas gubernamentales. "No podemos depender de una sola fuente de energía ni de un solo mercado", expresó el ejecutivo, subrayando la necesidad de diversificar las exportaciones y las fuentes de ingreso.
En este sentido, Mindlin remarcó que la competitividad de Argentina en el sector energético no solo dependerá de las reservas de recursos naturales, sino también de la capacidad del país para generar condiciones estables y atractivas para la inversión extranjera. La eliminación de barreras como el cepo cambiario y la mejora de las políticas fiscales podrían abrir nuevas oportunidades para empresas internacionales, aumentando aún más la inversión en áreas clave como Vaca Muerta y las energías renovables.
Mindlin: "Vaca Muerta no va a salvar al país, sino la estabilidad de precios y el acceso a los mercados de capitales"
El crecimiento de Pampa Energía en la industria energética sigue avanzando con fuerza. La compañía ha reafirmado su compromiso con el sector no convencional, anunciando una inversión de más de 1200 millones de dólares en los próximos tres años, con el objetivo de aumentar su producción de petróleo a 50.000 barriles diarios. Esta estrategia refuerza su apuesta por Vaca Muerta, uno de los principales yacimientos de shale oil y shale gas en el país.