El complejo de Pilar —uno de los más importantes de Bayer en Sudamérica— produce medicamentos y suplementos de referencia para el mercado interno y para exportaciones hacia América Latina y Asia. Entre sus marcas más reconocidas figuran Actron, Supradyn y Redoxon, todas elaboradas bajo estándares internacionales de calidad.
El cambio energético en la operación se concretó gracias a un acuerdo ampliado con Genneia, proveedor de energía eólica y solar. Este paso permitió que la planta, que en 2023 tenía apenas un 15% de abastecimiento renovable y en 2024 había llegado al 75%, alcanzara ahora el 100% de suministro limpio.
El impacto del cambio quedó graficado por el gerente de la planta, Daniel Bettinelli, quien explicó que el consumo eléctrico equivalente al de 6.000 hogares fue reemplazado por energías renovables. Un salto que, en términos industriales, marca un nuevo estándar para las operaciones farmacéuticas del país.
Bettinelli definió el avance como un “cambio de paradigma”, enfatizando que la sustentabilidad es un pilar central del negocio: “Nosotros hacemos productos para el cuidado de la salud, así que cuidar el medio ambiente es casi una obligación. La sustentabilidad no es un anexo, es parte de nuestro propósito”, sostuvo.
El ejecutivo también destacó el impacto social y ambiental que impulsa la compañía, al señalar que una operación alineada a objetivos de carbono neutral permite cumplir con una expectativa creciente de consumidores, comunidades y mercados internacionales. “Reducir la huella de carbono es esencial para un desarrollo industrial responsable”, afirmó.
La empresa remarcó que el uso de energía limpia no solo reemplaza fuentes fósiles —que generan dióxido de carbono y agravan el efecto invernadero—, sino que también mejora la resiliencia operativa. La energía consumida proviene ahora de parques eólicos y solares ubicados en el sur del país.
La transición energética de Pilar se alinea con el objetivo global de Bayer: alcanzar la neutralidad de carbono para 2030. La planta argentina se convierte así en un caso testigo dentro de la red internacional de la multinacional alemana.
El complejo de Pilar, inaugurado en 1999, es la fábrica de comprimidos más grande de Sudamérica y una de las tres más importantes del mundo en su categoría. Está integrado por dos plantas de sólidos, donde se elaboran analgésicos y multivitamínicos de alta escala y calidad certificada.
El 60% de la producción se destina al mercado local y el 40% restante se exporta. Este dato subraya otro factor clave: la transición hacia la energía verde mejora la competitividad exportadora al cumplir con estándares internacionales crecientemente exigidos.
La sustentabilidad en Pilar no se limita al uso de energías limpias. Más del 50% de los residuos generados se reciclan y los proveedores de packaging trabajan con materiales certificados provenientes de bosques gestionados de manera responsable. El compromiso del personal, señaló Bettinelli, es determinante para sostener estos procesos.
En paralelo, la compañía continúa innovando en su portafolio de cuidado personal. Durante 2025 lanzó Actron Rápida Acción Nueva Fórmula y Supradyn Magnesio, dos productos que combinan mejoras farmacológicas con un enfoque integral en el bienestar de los consumidores.
Según los responsables de la planta, el desafío es mantener la excelencia operativa en todos los niveles. “En Pilar tenemos los más altos estándares de seguridad, procesos y calidad. Todo esto converge para ofrecer productos confiables y alineados a lo que esperan los consumidores de Bayer”, afirmó el gerente.
Con este logro, Bayer no solo refuerza su liderazgo industrial en la Argentina, sino que también marca un horizonte para el sector productivo: un modelo donde competitividad, sustentabilidad y exportaciones avanzan integradas bajo un mismo objetivo estratégico.