La minería metalífera en Argentina, concentrada en productos como oro, plata y litio, se lleva a cabo mayormente en provincias como Santa Cruz y San Juan, representando más del 70% de las exportaciones de estas regiones. Aunque históricamente orientado al mercado interno, se vislumbra un cambio con la posibilidad de convertirse en un proveedor mundial de hidrógeno, litio y otros minerales.
En cuanto al litio, se destaca su crecimiento exponencial en los últimos años, representando el 61% del total de toneladas producidas. Se proyecta un aumento del 12% en la producción metalífera + litio para el año 2023, con Argentina potencialmente ubicándose como el tercer o segundo productor mundial de litio hacia 2027, desplazando a China y Chile.
El comercio exterior muestra un superávit comercial en el sector minero, con exportaciones de aproximadamente $2600 millones en lo que va del año, mientras que las importaciones se sitúan en $2100 millones. Aunque Brasil lidera las importaciones con el 56%, se vislumbra un cambio en la tendencia con la entrada de nuevos proyectos.
Argentina enfrenta desafíos en el clima inversor para 2024, incluyendo una economía frágil, alta inflación y la incertidumbre política. La carga tributaria y la diferencia de tipos de cambio son obstáculos adicionales, afectando la rentabilidad de los proyectos mineros. Además, la necesidad de infraestructura y la formación de recursos humanos son factores críticos para el desarrollo sostenible del sector.
La cartera de Argentina incluye 160 proyectos mineros, destacándose litio, oro, plata, cobre, carbón, uranio y potasio. Aunque 22 proyectos están operativos, el país busca mejorar condiciones para hacer más atractivos proyectos marginales o con menor ley de corte.
Según la Secretaría de Minería, se espera un aumento del 50% en la producción de litio para finales de 2023, con un salto significativo en 2024. La proyección incluye la puesta en marcha de cuatro proyectos en el primer trimestre del próximo año, lo que podría triplicar la producción de 2022, alcanzando las 120.000 toneladas. Sin embargo, se necesitarán inversiones e infraestructura para aprovechar plenamente este potencial y mejorar la competitividad del sector minero argentino.
A pesar de las expectativas optimistas, la industria minera argentina enfrenta retos significativos, como la incertidumbre económica y política que podría derivarse de las elecciones y las futuras políticas gubernamentales a partir de 2024. La carga tributaria no coparticipable y las disparidades en los tipos de cambio. También plantean desafíos críticos para la rentabilidad de los proyectos mineros. La necesidad de inversiones en infraestructura y la formación de personal especializado son aspectos esenciales que deben abordarse para garantizar un desarrollo sostenible y competitivo en el sector minero, especialmente considerando el crecimiento proyectado en la producción de litio.
En el ámbito internacional, la posición de Argentina como potencial exportador neto de minerales metalíferos ofrece una oportunidad estratégica para diversificar su participación en el mercado global. Con un superávit comercial en el sector minero, especialmente en productos como oro y plata, el país debe aprovechar este impulso para consolidar su posición como actor relevante en la oferta mundial de minerales. La entrada de nuevos proyectos, la mejora de la infraestructura y la superación de los desafíos económicos y regulatorios son cruciales para convertir las expectativas en una realidad tangible y posicionar a Argentina como un actor clave en la producción y exportación de minerales metalíferos, especialmente el codiciado litio.