Figueroa sostuvo que Neuquén necesita que los incentivos contemplen no solo megaproyectos industriales, sino también inversiones directas en perforación, completación y desarrollo de pozos en Vaca Muerta. Según explicó, este tipo de obras son las que determinan la continuidad del crecimiento productivo y la expansión del polo energético neuquino.
El mandatario afirmó que el pedido busca “promover más producción, más empleo y más crecimiento”, y remarcó que Neuquén continuará impulsando medidas que fortalezcan su rol como principal productora de petróleo y gas del país. “Trabajamos para la concreción de medidas que impacten en la industria y en el desarrollo de nuestra provincia”, expresó tras el encuentro con Caputo.
La solicitud se suma a las conversaciones que la provincia mantiene desde mediados de año con el Gobierno Nacional para diseñar un esquema de incentivos que contemple la especificidad del shale, un tipo de desarrollo intensivo en capital y fuertemente dependiente de la continuidad de inversiones.
El pedido de Neuquén adquiere mayor peso en el marco del debate por las condiciones que deberán cumplir los proyectos que busquen ingresar al RIGI. Mientras el oficialismo apuesta a acelerar inversiones de gran escala, las provincias productoras insisten en que el régimen también incluya iniciativas que incrementen directamente la producción.
En paralelo, Figueroa reiteró su apoyo a la eliminación de las retenciones al crudo convencional que dispuso el Gobierno Nacional cuando el barril internacional se ubique por debajo de los 65 dólares. Para el mandatario, la decisión permite aliviar la carga tributaria de operadoras de menor escala que aún sostienen actividad en campos maduros.
La medida, recordó, fue impulsada desde la Mesa del Programa para la Reactivación de la Producción Convencional, creada en septiembre. Allí, Neuquén y otras provincias que integran la OFEPHI venían reclamando reglas más competitivas para sostener la actividad en yacimientos tradicionales.
El gobernador enfatizó que la provincia ya había reducido regalías e ingresos brutos para la producción convencional, y que el esfuerzo fiscal local necesitaba un correlato por parte de la Nación. “Con esta medida contaremos con más herramientas para sostener puestos de trabajo y mantener la inversión”, señaló entonces.
La propuesta del Ministerio de Economía elimina un esquema que imponía alícuotas móviles de entre 0% y 8% según el precio internacional del crudo. Con el barril por encima de los valores máximos de referencia, el sector abonaba actualmente el tope del 8%.
Desde la Secretaría de Energía explicaron que la quita de retenciones apunta a mejorar la competitividad de los productores convencionales, cuyas operaciones presentan costos más bajos pero retornos menores frente al shale. La intención oficial es evitar el abandono acelerado de yacimientos maduros.
Para Neuquén, la discusión tributaria es parte de una estrategia más amplia destinada a ordenar las inversiones entre actividades convencionales y no convencionales, sin perder capacidad exportadora. La provincia considera que ambas dinámicas deben avanzar de manera complementaria.
En ese marco, Figueroa insistió en que el RIGI debe reconocer el peso estructural del upstream no convencional en la economía nacional, ya que Vaca Muerta concentra el 60% del petróleo y el 45% del gas del país. Sin un capítulo específico para este segmento, advirtió, el régimen podría quedar incompleto.
La decisión final sobre el alcance del RIGI se resolverá en las próximas semanas. Mientras tanto, Neuquén sostiene su ofensiva política para garantizar que el marco de incentivos contemple las inversiones que definen la actividad central de Vaca Muerta.
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