Hasta ahora, los bitrenes de mayor porte —camiones con dos semirremolques articulados— solo podían circular por tramos específicos, fragmentados y sin continuidad entre provincias. Esta limitación impedía, por ejemplo, que un bitren de más de 25,5 metros de largo partiendo desde Buenos Aires pudiera llegar a 13 de las 23 provincias del país, incluso realizando desvíos.
Además, se exigía un permiso de circulación por camión, cuya aprobación demoraba meses. Esta burocracia generaba ineficiencias y trabas al transporte, especialmente en un contexto en el que se busca optimizar los costos y aumentar la competitividad de las economías regionales.
La nueva norma elimina estas restricciones y permite que los bitrenes circulen libremente por el 100% de la red nacional, sin diferenciación por tamaño. Solamente se requerirá autorización en 55 curvas muy pronunciadas ubicadas en rutas montañosas de Salta, Jujuy, Tucumán y una en Chubut. En esos casos, la geometría del trazado exige una maniobra especial que podría implicar el corte momentáneo del tránsito.
En lo que respecta a los puentes, la norma establece que los bitrenes deberán respetar la capacidad máxima de carga de cada estructura, como lo hacen actualmente todos los camiones. No será necesario ningún permiso adicional mientras se cumpla con esta exigencia. Para facilitar el cumplimiento, se puso a disposición un mapa interactivo con la capacidad máxima de todos los puentes de la red nacional.
Esta flexibilización normativa responde a una revisión de los fundamentos técnicos que sostenían las restricciones previas. Según se explicó, ya existen otras condiciones similares —como calles angostas o puentes con limitaciones de altura— que se regulan con señalización, sin necesidad de permisos extraordinarios. En este contexto, se consideró ilógica la exigencia particular aplicada a los bitrenes.
El cambio reglamentario busca aumentar la eficiencia del sistema logístico nacional. Al permitir transportar más carga por viaje, se reducen la cantidad de recorridos y el consumo de combustible por tonelada transportada. Esta transformación impacta directamente en la estructura de costos de sectores productivos como el agro, la minería y la industria manufacturera.
Desde el Ministerio de Economía se presentó esta reforma como parte de una estrategia más amplia para modernizar la infraestructura del transporte y liberar el potencial económico de las regiones productivas del interior. La mejora en la logística es vista como un factor clave para aumentar la productividad y promover nuevas inversiones.
Los bitrenes, con su mayor capacidad de carga y menor impacto ambiental por tonelada transportada, se posicionan así como una herramienta fundamental en la transición hacia un modelo logístico más competitivo y sustentable. Esta modalidad, ya ampliamente utilizada en países como Brasil, Chile y Estados Unidos, comenzará ahora a generalizarse en todo el territorio argentino.
La decisión oficializa un reclamo histórico del sector del transporte de cargas, cámaras empresarias y productores regionales que venían solicitando mayor flexibilidad para operar con bitrenes en más corredores viales. A partir de ahora, se espera un aumento progresivo en el uso de esta tecnología.
La implementación de esta medida requerirá ajustes operativos y logísticos, como la capacitación de choferes, adaptación de flotas y seguimiento técnico en zonas con condiciones topográficas complejas. No obstante, se anticipa que los beneficios superarán ampliamente los desafíos iniciales.
El nuevo marco normativo representa un “cambio de reglas del juego” en palabras del propio ministro. En el actual escenario económico, reducir costos logísticos significa mejorar márgenes, aumentar competitividad y generar condiciones para crecer, exportar más y dinamizar el mercado interno.