La cuenca del Golfo San Jorge, con su sede en la ciudad de Comodoro Rivadavia, es el epicentro de esta medida, ya que ha sido un centro de extracción de petróleo durante 116 años. La región, según estimaciones, tiene entre 23 y 25 años adicionales de producción, pero a medida que pasa el tiempo, la extracción se vuelve más desafiante, requiriendo inversiones cada vez mayores.
El proyecto de ley incluye incentivos fiscales y tributarios diseñados para estimular la producción adicional de petróleo crudo en áreas maduras con pozos de productividad media o baja, o pozos previamente inactivos. Además, se promoverá la utilización de nuevas tecnologías y sistemas de extracción autorizados por la Autoridad de Aplicación.
Esta ley no solo beneficia a la cuenca del Golfo San Jorge, sino también a las cuencas maduras en el Norte Argentino y en Mendoza. La intención detrás de esta propuesta es impulsar la producción a través de la exportación, reduciendo las retenciones a las exportaciones de petróleo adicional. Esto resultará en una mayor rentabilidad para las empresas y, a su vez, fomentará la inversión en estas regiones.
El Ministro de Hidrocarburos, Martín Cerdá, enfatiza que este proyecto es esencial para mantener la viabilidad de las cuencas petroleras maduras, especialmente frente al auge de la producción de petróleo no convencional en Vaca Muerta. La aprobación del proyecto cuenta con el respaldo de la Organización Federal de Estados Productores de Hidrocarburos (Ofephi), que reúne a todas las provincias involucradas en la producción de hidrocarburos.
José Glinski, director de la Policía Aeroportuaria y candidato a diputado nacional por Unión por la Patria, también elogió la iniciativa, destacando que responde a una necesidad concreta en la región de Chubut.
En resumen, la nueva Ley de Promoción de Cuencas Petroleras Maduras está destinada a mantener y estimular la producción de petróleo en las áreas tradicionales, garantizando un futuro económico y laboral sólido para Chubut y otras regiones petroleras de Argentina. Los incentivos fiscales y la reducción de las retenciones a las exportaciones de petróleo son claves para atraer inversiones y mantener la actividad en estas cuencas maduras.