Conectado en esta primera fase al histórico sistema de Oldelval que llega hasta Puerto Rosales, en Bahía Blanca, el VMOC amplía la capacidad de evacuación que las operadoras de Vaca Muerta demandaban con urgencia para sostener el ritmo de producción.
La nueva infraestructura puede transportar actualmente hasta 358.500 barriles diarios, un caudal equivalente a más del 70 % de la producción total de petróleo no convencional de la cuenca.
El proyecto contempla sucesivas ampliaciones y obras de repotenciación que elevarán el volumen a 472.000 barriles por día, acercándose al medio millón que exige la curva de crecimiento prevista para los próximos tres años.
Además de su enlace con Oldelval, el ducto está diseñado para integrarse en el futuro al Oleoducto Vaca Muerta Oil Sur (VMOS), hoy en construcción camino a Punta Colorada, la terminal exportadora ubicada sobre la costa atlántica rionegrina.
Esa conexión hacia el mar permitirá que el crudo neuquino salga directamente a mercados externos, reduciendo los costos logísticos y descomprimiendo la saturada capacidad de refinación interna.
Para Neuquén y Río Negro, la puesta en marcha del VMOC implica una inyección inmediata de actividad: empleos directos en operación y mantenimiento, contratación de servicios locales y un aumento en la recaudación de regalías.
Desde el punto de vista macroeconómico, la obra se alinea con la estrategia nacional de incrementar el saldo exportador energético, generar divisas y fortalecer la balanza comercial con productos de mayor valor agregado que los hidrocarburos sin procesar.
La planificación contempló criterios de ingeniería ambiental: se utilizaron recubrimientos anticorrosivos de última generación, sistemas de detección temprana de fugas y un trazado que evita áreas ecológicamente sensibles.
Técnicamente, el oleoducto opera a 30 pulgadas de diámetro, con estaciones de bombeo ubicadas estratégicamente para optimizar la presión y minimizar el consumo de energía a lo largo del trayecto.
La inversión fue financiada en su mayor parte por YPF junto a un consorcio de productores que ven en la infraestructura compartida la mejor vía para capturar escala y reducir riesgos.
Funcionarios nacionales destacaron que el VMOC “no es solo un caño”, sino una pieza central en la red troncal que convertirá a Vaca Muerta en un hub de exportación similar al Permian estadounidense en los próximos años.
Con el VMOC ya operativo y el VMOS avanzando en obra, el mapa del midstream argentino empieza a mostrar un sistema integrado capaz de acompañar el boom productivo y habilitar, por primera vez, un flujo sostenido de crudo no convencional hacia los mercados internacionales.