En el marco del Forum de Energía de LIDE, Aguilar expuso sobre los desafíos y oportunidades que enfrenta el país para desarrollar la licuefacción local. Señaló que esta industria es clave para que Argentina se consolide como proveedor regional y que, pese a que en determinados períodos del año continuará importando combustibles, el GNL nacional será central en la estrategia energética.
Excelerate Energy, compañía especializada en soluciones de GNL con unidades de regasificación flotante en distintos países, tiene operaciones en Argentina y ha insistido en la necesidad de un modelo escalable que genere confianza en los mercados internacionales.
Aguilar remarcó que existe infraestructura para que el país se transforme en un hub exportador hacia Chile, Uruguay y Brasil, además de Bolivia, que podría convertirse en importador. En el caso brasileño, explicó que se evalúa utilizar gasoductos hoy ociosos para transportar shale gas de Vaca Muerta.
“El GNL va a ser vital, no vamos a estar importando de Qatar ni de Trinidad & Tobago, vamos a estar utilizando el producido en Argentina. En formato GNL también va a ir a países vecinos como Brasil. Hay un mercado que quiero destacar que es el Caribe: Excelerate acaba de invertir US$ 1.000 millones en una infraestructura integrada en Jamaica”, indicó.
El Caribe aparece como un destino a considerar por sus avances en almacenamiento de pequeña y mediana escala. La ejecutiva mencionó que ese mercado abre una oportunidad para la industria argentina en pleno desarrollo.
Aguilar subrayó que estructurar proyectos de GNL es complejo y comparó el caso argentino con países como Estados Unidos y Qatar, que cuentan con marcos regulatorios claros y de largo plazo. Aun así, celebró los avances que se lograron en el país, como la segunda barcaza de exportación recientemente anunciada.
“Argentina crece a pesar de condiciones adversas y se potencia aún más cuando se generan condiciones para que el sector privado desarrolle proyectos con mayor rapidez”, afirmó.
La ejecutiva reconoció que dos barcos no alcanzan para cubrir la demanda internacional, pero destacó que son un punto de partida para que el país gane experiencia, desarrolle contratos y logre credibilidad en los mercados. Mencionó en particular los acuerdos alcanzados por YPF y Pan American Energy como ejemplos de ese camino.
Explicó además que convertirse en exportador no implica dejar de importar en momentos de alta demanda interna. El país seguirá necesitando ingresos de GNL y combustibles líquidos para sostener el mercado eléctrico, aunque en menor escala.
“Todos los países, incluso los exportadores de GNL, deben importar en determinados momentos para cubrir picos de consumo. El desafío es desarrollar infraestructura con racionalidad”, concluyó.
El planteo de Aguilar refuerza la visión de que Vaca Muerta no solo será estratégica para el abastecimiento argentino, sino también para consolidar al país como un jugador relevante en el mapa energético de Sudamérica y el Caribe.