La capacidad total del sistema pasará de 21 a 35 MMm3/d, lo que permitirá evacuar una mayor producción de gas no convencional desde la cuenca neuquina y abastecer con recursos nacionales los picos de demanda invernal. La iniciativa apunta a reducir importaciones de combustibles y fortalecer la soberanía energética.
El proyecto contempla la construcción de nuevos tramos del gasoducto entre Tratayén (Neuquén) y Salliqueló (Buenos Aires), además de la instalación de tres plantas compresoras que sumarán una potencia total de 90.000 HP. También se realizarán obras complementarias dentro del sistema de TGS para mejorar el abastecimiento al Gran Buenos Aires y al Litoral.
Esta ampliación se enmarca en una estrategia integral de infraestructura energética que acompaña el crecimiento de la producción en Vaca Muerta. Según fuentes oficiales, el aumento de capacidad del gasoducto tendrá un impacto directo sobre la actividad de toda la región.
El Ministerio de Energía estimó que la nueva obra permitirá un ahorro superior a US$ 700 millones anuales en divisas, al reducir importaciones de gas natural y combustibles líquidos. También se prevé un impacto fiscal positivo de alrededor de US$ 500 millones por mayor producción y consumo local.
Además, el incremento de capacidad impulsará la perforación de 20 nuevos pozos en Vaca Muerta, que requerirán US$ 450 millones adicionales en instalaciones de acondicionamiento de gas y nuevas plantas de procesamiento dentro de la cuenca.
“Este proyecto no solo incrementa la eficiencia del sistema energético argentino, sino que garantiza la utilización plena del potencial de Vaca Muerta, uno de los mayores reservorios de gas no convencional del mundo”, afirmaron desde el Gobierno.
La ampliación del Gasoducto Perito Moreno se suma a la infraestructura inaugurada en 2023 durante la primera etapa del plan. TGS consolida así su rol como operadora clave en el transporte de gas desde Neuquén hacia el centro y el norte del país.
Durante los meses de mayor consumo, la obra permitirá reducir de forma significativa la dependencia de importaciones, asegurando el abastecimiento interno y habilitando condiciones logísticas para futuras exportaciones al Cono Sur.
Este proyecto se articula con otras iniciativas estratégicas en curso como el Oleoducto Vaca Muerta Oil Sur (VMOS) y el proyecto Argentina LNG, ampliando el mapa de transporte y exportación de hidrocarburos.
La expansión gasífera forma parte de una política energética que busca posicionar el gas natural como combustible de transición, más limpio y competitivo, capaz de reemplazar otras fuentes más contaminantes.
Con una mirada de mediano y largo plazo, el Gobierno estima que a partir de 2027 podrían sustituirse importaciones por más de US$ 1.200 millones anuales, mejorando el balance energético y reduciendo presión sobre las reservas del Banco Central.
Con esta adjudicación, TGS reafirma su papel como socio clave en el desarrollo de la infraestructura energética argentina, en un contexto donde Vaca Muerta se consolida como columna vertebral del nuevo modelo económico y productivo nacional.