Con una capacidad instalada de 180 megavatios, el parque solar Anchoris está diseñado para abastecer de energía renovable a más de 125.000 hogares, consolidándose como uno de los proyectos solares más importantes del país. “A partir de hoy ya está despachando comercialmente”, confirmó Cornejo durante su exposición.
El mandatario destacó que esta iniciativa forma parte de un plan estratégico de transición energética que la provincia impulsa desde 2015. En este sentido, subrayó que el proceso debe ser ordenado y paulatino, para evitar errores de países como España o Chile, que según indicó, sufrieron cortes masivos por intentar una conversión abrupta del sistema energético.
Cornejo remarcó que Mendoza se propuso duplicar su capacidad de generación eléctrica con relación a 2015, cuando la provincia contaba con 1.400 MW. Según proyectó, para 2027, al término de su actual mandato, Mendoza alcanzará los 3.700 MW, lo que representaría un incremento superior al 100%. Todos los proyectos, aseguró, son financiados por capital privado, en contraste con otras provincias que dependen de empresas estatales o garantías del Estado nacional.
Además de Anchoris, Genneia prevé desarrollar un segundo parque solar en Malargüe, mientras que YPF Luz avanza con una planta fotovoltaica que será la primera aprobada bajo el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI), creado para atraer grandes proyectos de infraestructura y energía.
“El siglo pasado, Mendoza fue un gran generador de energía con empresas estatales. Hoy lo está volviendo a ser, pero de la mano de capital privado”, afirmó Cornejo, quien defendió el modelo mendocino basado en la inversión privada como motor del desarrollo energético y económico provincial.
El Parque Solar Anchoris cuenta con 360.000 módulos fotovoltaicos bifaciales, distribuidos en una superficie de 395 hectáreas, con un factor de capacidad estimado del 26%, lo que le permite producir energía limpia de manera constante y eficiente. Su puesta en marcha representa un avance clave en la diversificación de la matriz energética de la provincia.
Durante el mismo panel, el CEO de Genneia, Bernardo Andrews, destacó el trabajo realizado para generar confianza en los inversores. “Cuando nos reunimos con el equipo del gobernador hace casi dos años, nos contaban que había habido muchos anuncios de proyectos solares que nunca se habían construido, y nos costó genuinamente tener credibilidad”, relató.
Consultado sobre el RIGI, Andrews sostuvo que su impacto directo en la industria eléctrica es limitado debido a los cuellos de botella en la capacidad de transmisión. “La escala que exige el RIGI como inversión mínima es difícil de encontrar en un nodo que pueda evacuar toda esa energía. Por eso, el RIGI no representa para nuestra industria beneficios directos”, explicó.
Sin embargo, reconoció que el régimen sí aporta valor en términos de financiamiento, al ofrecer protección de largo plazo para las inversiones y estabilidad normativa. “El compromiso de que no aparezcan nuevos impuestos o regulaciones que alteren los proyectos es muy valioso. Ahí es donde el RIGI puede ser una herramienta útil, sobre todo si pensamos en grandes obras de transmisión”, concluyó.
El anuncio del parque Anchoris marca un hito para Mendoza en su transición hacia fuentes de energía renovable, y refuerza el rol del sector privado como actor clave en el crecimiento energético nacional.