A lo largo del año, la Secretaría de Ambiente y Recursos Naturales gestionó un total de 1.092 incidentes ambientales, que fueron declarados, analizados y abordados mediante el Gestor de Incidentes Ambientales (GIA), una herramienta clave para sistematizar información y garantizar el seguimiento integral de cada actuación.
El GIA se consolidó como un instrumento central de fiscalización, al permitir trabajar con datos ordenados, trazables y disponibles en tiempo real, lo que contribuyó a una respuesta más ágil y eficiente frente a situaciones de riesgo ambiental.
En paralelo, la Provincia avanzó en el relevamiento, identificación y priorización de más de 1.500 pasivos ambientales, estableciendo criterios técnicos claros para su intervención. Como resultado de estas acciones, se logró el tratamiento y la liberación de más de 200.000 metros cúbicos de suelos y materiales bajo control estatal.
Desde el gobierno provincial destacaron que estos avances responden a un modelo de gestión que busca compatibilizar el desarrollo productivo con el cuidado del ambiente, garantizando reglas claras y previsibilidad para todos los actores involucrados.
Otro eje relevante fue la consolidación de un sistema integral de gestión de residuos especiales, basado en el control de toda la cadena, desde la generación hasta la disposición final. En este marco, se registraron más de 780 actuaciones formales, entre certificados ambientales, renovaciones, informes técnicos y presentaciones obligatorias.
Un rol central en este proceso lo tuvo el Módulo de Evaluación de Residuos Especiales (MERE), que permitió optimizar tiempos administrativos, ordenar la información y asegurar la trazabilidad digital de los residuos, brindando mayor transparencia y previsibilidad al sector productivo.
El esquema de fiscalización se vio reforzado por la incorporación de tecnología aplicada al control ambiental, como drones y sistemas aéreos no tripulados, utilizados para el monitoreo de sitios, transportes y operaciones vinculadas a residuos especiales.
Las autoridades señalaron que el uso de información objetiva y trazable permite anticipar impactos, prevenir daños y actuar de manera temprana, elevando los estándares de control ambiental en todo el territorio provincial.
De cara a 2026, la Secretaría de Ambiente prevé incorporar nueva tecnología de alta precisión, incluyendo un dron especializado y una estación de corrección de coordenadas en tiempo real, que permitirá mejorar la exactitud de los relevamientos y los cálculos volumétricos.
Esta modernización tecnológica apunta a reducir márgenes de error y fortalecer los controles técnicos sobre residuos y pasivos ambientales, aportando mayor confiabilidad a los procesos de fiscalización.
Asimismo, se reforzó el control efectivo sobre generadores, transportistas y operadores, asegurando que cada eslabón de la cadena cumpla con los requisitos técnicos y ambientales establecidos por la normativa vigente.
Las acciones desarrolladas durante 2025 consolidan un modelo de gestión ambiental integral en Neuquén, basado en la prevención, la trazabilidad, el control temprano y la responsabilidad ambiental, con un Estado presente en el territorio y herramientas modernas para acompañar el desarrollo productivo de la provincia.