El primer paso para concretar este proceso será la transferencia de las acciones de Citelec, sociedad que actualmente controla el 51% de Transener. Citelec es operada por Energía Argentina S.A., anteriormente conocida como Enarsa. El restante 49% de las acciones de la compañía se divide entre el Fondo de Garantía de Sustentabilidad de la Anses (19,57%) y un 27,78% que cotiza en la Bolsa de Valores, disponible para inversores privados.
Transener desempeña un papel crucial en la infraestructura energética del país, gestionando una red de transmisión que abarca aproximadamente 12.400 kilómetros. Su privatización, según voceros oficiales, busca liberar al Estado de funciones empresariales, dejando estas actividades en manos del sector privado.
En un comunicado difundido por la Secretaría de Energía, se explicó que la decisión responde a la intención de que el Estado deje de desempeñar un rol activo en la administración de compañías estatales. “Energía Argentina S.A. comienza el proceso para desprenderse de sus acciones en Transener, la principal empresa de transporte de energía del país. Esta decisión se alinea con la política del Gobierno de que el Estado deje de cumplir el rol de empresario”, señala el mensaje oficial.
La medida ha generado diversas reacciones en el ámbito político y empresarial. Mientras algunos sectores ven la privatización como un paso necesario para modernizar la gestión y atraer inversiones, otros manifiestan preocupación por la posibilidad de que se prioricen los intereses privados sobre las necesidades del país.
La privatización de Transener también se inserta en un contexto más amplio de reestructuración del sector energético. En los últimos años, el Gobierno ha impulsado una serie de medidas orientadas a reducir el déficit fiscal, incluyendo recortes de subsidios y la promoción de inversiones privadas en energía renovable.
Transener no es solo una empresa estratégica para el transporte eléctrico, sino también un actor clave en la estabilidad del sistema energético nacional. Cualquier modificación en su estructura de gestión podría tener implicancias significativas para el sector.
El proceso de venta se espera que incluya una licitación abierta para garantizar transparencia y competitividad. Sin embargo, todavía no se han especificado plazos concretos ni los requisitos para los interesados en adquirir acciones de la compañía.
La participación de la Anses en el capital de Transener añade una dimensión adicional al debate, ya que involucra recursos del Fondo de Garantía de Sustentabilidad, que tiene como objetivo respaldar el sistema previsional argentino. La venta de estas acciones podría tener implicancias directas para el manejo de esos recursos.
Este anuncio se da en un momento crítico para el sector energético, en el que se busca equilibrar la necesidad de inversiones con las demandas sociales y políticas. La privatización de Transener marcará un hito en la política energética del país y será observada de cerca por analistas y actores del sector.
A medida que avance el proceso, se espera que el Gobierno brinde más detalles sobre las implicancias y condiciones de esta operación. Mientras tanto, el debate sobre el rol del Estado en la economía sigue siendo uno de los temas centrales de la agenda pública.
El gobierno avanza en la privatización de Transener (la líder del transporte eléctrico en Argentina)
El Gobierno nacional confirmó su decisión de avanzar con la privatización de Transener, la principal empresa encargada del transporte de energía eléctrica de alto voltaje en el país. La medida fue anunciada por el secretario de Coordinación de Energía y Minería, Daniel González, y se enmarca en la política oficial de reducir la participación estatal en empresas.