El proyecto Undimotriz es el primero en su tipo en Argentina y busca convertir las olas en electricidad mediante un prototipo de convertidor de energía. Este dispositivo consiste en dos boyas de acero naval que, mediante un sistema de engranajes, transforman el movimiento ascendente y descendente de las olas en energía eléctrica de forma continua y eficiente. Según el diseño, las boyas pueden pesar entre 2 y 20 toneladas, con una potencia estimada de entre 30 y 200 kW por unidad, dependiendo de sus dimensiones.
El ingeniero Pablo Haim, encargado del proyecto, destacó la relevancia de esta tecnología tanto para el desarrollo energético del país como para la industria nacional, al reducir emisiones de gases de efecto invernadero y contribuir a la independencia energética. “Es un orgullo como Ingeniero Tecnológico llevar adelante este proyecto que podría aportar muchos beneficios a nuestro país, desde energía renovable hasta el abastecimiento de comunidades alejadas, además de promover nuestra soberanía marítima”, señaló Haim.
La energía Undimotriz, que ya ha sido reconocida con el primer premio en el concurso Innovar y declarada de Interés Nacional en 2015, representa una fuente de energía limpia y constante con un impacto ambiental mínimo. Esta tecnología tiene el potencial de superar la eficiencia de otras energías renovables, ya que la energía de las olas es hasta 30 veces más densa que la solar y 5 veces más densa que la eólica. Con estos beneficios, Argentina se perfila como pionera en la implementación de esta tecnología en la región, demostrando su compromiso con un futuro energético sostenible.
Además del impacto ambiental positivo, la energía Undimotriz podría transformar la estructura energética de las zonas costeras argentinas, donde la estabilidad y predictibilidad de esta fuente permitiría un suministro eléctrico constante, particularmente en áreas de difícil acceso. La posibilidad de contar con energía limpia y estable en estas regiones remotas beneficiaría tanto a las comunidades locales como a industrias que dependen de un abastecimiento seguro, impulsando el crecimiento económico local y la creación de empleos relacionados con el mantenimiento y operación de esta tecnología.
El apoyo económico que recibe el proyecto es fundamental para su desarrollo. La Agencia I+D+i, junto a otras entidades involucradas como el Freba y empresas energéticas de Buenos Aires, están impulsando una red de colaboración que no solo permitirá concretar la instalación del prototipo, sino también avanzar en estudios y mejoras técnicas que favorezcan su adaptación a diferentes condiciones marítimas. Este modelo de colaboración pública-privada podría abrir puertas a futuros desarrollos tecnológicos y convertir a Argentina en un referente de energía undimotriz en América Latina.
A largo plazo, la implementación exitosa de este proyecto podría ser el primer paso para expandir la energía Undimotriz a otras partes de la costa argentina. Con el tiempo, Argentina podría reducir su dependencia de combustibles fósiles y avanzar hacia una matriz energética más diversificada y sustentable. Este cambio no solo ayudaría a combatir el cambio climático, sino que también fortalecería la posición del país como pionero en energías renovables, contribuyendo a sus compromisos de reducción de emisiones y a un entorno más limpio y saludable para las futuras generaciones.
Argentina apuesta a la energía undimotriz: un hito en la transición hacia energías limpias
Argentina avanza en su primer proyecto de energía Undimotriz, una innovadora iniciativa para generar energía limpia aprovechando el movimiento de las olas del mar. Este proyecto, liderado por la Universidad Tecnológica Nacional (UTNBa) y financiado con 50 millones de dólares por la Agencia I+D+i a través del Fonarsec, se emplazará en la zona norte de Mar del Plata y representa un hito en el desarrollo de fuentes de energía sostenibles.