El nuevo acuerdo representa un incremento del 325% respecto del abastecimiento inicial y extiende la duración del vínculo por 10 años. Además, incorpora el suministro a la planta de Río Segundo, en Córdoba, y amplía el volumen de energía destinado a la planta de Victoria, en Entre Ríos.
Con esta expansión, Georgalos se convierte en una de las primeras empresas del sector alimenticio en Argentina en avanzar hacia un esquema que apunta al 100% de abastecimiento con energía renovable. La medida se enmarca dentro de su estrategia corporativa de largo plazo orientada a reducir emisiones y promover prácticas productivas sostenibles.
El impacto ambiental del acuerdo es significativo: permitirá evitar la emisión de aproximadamente 9.890 toneladas de CO₂ por año, contribuyendo al objetivo global de alcanzar la neutralidad de carbono. Según explicaron desde la compañía, este paso consolida su liderazgo en materia de responsabilidad ambiental y demuestra que la sostenibilidad puede integrarse al corazón del negocio sin afectar la competitividad.
El CEO de Georgalos, Guillermo Rimoldi, destacó la importancia del acuerdo como parte de la visión de futuro de la compañía. “Seguimos creyendo en que la sostenibilidad es el camino hacia el futuro, tanto para nuestra empresa como para la industria en general. Ampliar este acuerdo con MSU Green Energy potencia nuestra estrategia para continuar reduciendo el impacto ambiental en nuestras operaciones, fomentando una mayor conciencia social”, expresó.
Por su parte, el fundador y CEO del Grupo MSU, Manuel Santos Uribelarrea, subrayó el papel que cumplen las energías limpias en la competitividad del país. “Con acuerdos como este seguimos demostrando que la energía renovable no es solo una apuesta ambiental, sino una estrategia de competitividad para la Argentina. Nuestro desafío es acompañar a las empresas líderes del país en la construcción de una matriz más limpia y confiable”, afirmó.
La energía que abastece a las plantas de Georgalos proviene del Parque Solar Pampa del Infierno, ubicado en la provincia del Chaco, uno de los desarrollos más importantes de MSU Green Energy, con una capacidad instalada de 130 MW. Este parque forma parte de una red de proyectos solares y eólicos que la empresa impulsa en distintas regiones del país.
Desde MSU Green Energy destacaron que este acuerdo es un ejemplo de cómo la colaboración entre empresas líderes puede acelerar la transición energética en la Argentina, promoviendo el desarrollo regional y reduciendo la huella ambiental de la producción industrial.
El Grupo MSU es una compañía argentina con tres líneas de negocio estratégicas: producción agrícola, generación de energía y energías renovables. A través de su unidad MSU Green Energy, la empresa trabaja para impulsar un sistema energético más limpio y sostenible, alineado con los objetivos de la Ley 27.191, que promueve el aumento de la participación de energías renovables en la matriz nacional.
Por su parte, Georgalos, con más de 85 años de trayectoria en la industria alimenticia, elabora y comercializa marcas emblemáticas como Mantecol, Flynn Paff, Toddy, Palitos de la Selva, Nucrem, Full Maní, Tokke, Lengüetazo, Bazooka, Namur, Flow Cereal y Repostería Georgalos, además de sus líneas de productos navideños y los recientemente lanzados Helados Georgalos.
La alianza con MSU Green Energy refuerza la visión de Georgalos de integrar sostenibilidad, innovación y compromiso social en su modelo de negocios. En un contexto donde las industrias enfrentan el desafío de reducir su impacto ambiental, la compañía busca consolidar una producción responsable y competitiva, alineada con los estándares internacionales de eficiencia energética.
Con este acuerdo, Georgalos no solo reduce su huella de carbono, sino que también marca un precedente dentro del sector alimenticio argentino, demostrando que la transición hacia energías limpias es posible cuando existe una planificación estratégica de largo plazo y una articulación efectiva con empresas especializadas en generación renovable.
La sinergia entre ambas compañías refleja un modelo de cooperación que combina visión empresarial, innovación tecnológica y compromiso ambiental, pilares esenciales para acelerar la transición energética del país y construir un futuro más sostenible.