El CEO de Fluxus, Ricardo Savini, detalló los planes de la empresa en Argentina durante un encuentro organizado por el Mercado Electrónico del Gas (Megsa). El directivo señaló que el potencial de Vaca Muerta en Centenario Centro, especialmente en la zona norte del bloque, justifica la puesta en marcha de este piloto, que buscará validar la productividad de los recursos no convencionales.
Savini explicó que, si los resultados son positivos y la provincia aprueba el plan, la compañía activará inversiones adicionales de gran magnitud. “Hoy creemos que vamos a invertir entre setenta y cien millones de dólares. Pero si tenemos el Vaca Muerta a full, va a ser mucho más que eso”, indicó.
El acuerdo con la provincia incluye además el compromiso de reactivar 54 pozos entre 2026 y 2027, con una inversión prevista de alrededor de US$ 30 millones. Fluxus también pondrá en valor la planta Turbo Expander en Centenario Centro, clave para el procesamiento local de gas licuado de petróleo (GLP).
La negociación con Neuquén incluyó la obligación de abandonar 76 pozos improductivos, lo que implicó un compromiso ambiental significativo. Savini remarcó que el marco regulatorio argentino difiere de lo que ocurre en países como Brasil o Bolivia, donde los operadores deben garantizar desde el inicio los fondos y condiciones para el abandono futuro de los pozos.
El CEO de Fluxus sostuvo que en Argentina existe un vacío en materia regulatoria sobre la gestión de pasivos ambientales, un aspecto que en otros mercados está regulado por organismos nacionales que supervisan y exigen garantías a las operadoras antes de iniciar la producción.
Además de su estrategia en Vaca Muerta, Fluxus analiza las oportunidades de exportación de gas argentino al Brasil. El grupo J&F también controla la comercializadora MGas y la generadora Ambar Energía, lo que amplía su interés en el negocio energético regional.
Savini señaló que existen tres rutas probables para enviar gas argentino a Brasil: la vía boliviana ya existente, un nuevo trazado que cruzaría Argentina y Paraguay, y un ducto desde Uruguayana hasta Porto Alegre. La definición dependerá de factores económicos y de acuerdos entre los países involucrados.
El ejecutivo advirtió que, si Bolivia mantiene tarifas de transporte elevadas, otras rutas podrían volverse más competitivas. En este contexto, destacó que la decisión de construir un nuevo ducto a Porto Alegre dependerá de la coordinación entre actores brasileños.
En cuanto a los precios, Savini indicó que para abastecer la demanda industrial brasileña el gas argentino debería llegar a un valor de US$ 8 por MMbtu en destino. Para ello, los costos operativos deben mantenerse por debajo de los US$ 2. “Si los costos de servicios son altos, la competitividad se pierde. El precio para llegar a San Pablo tiene que ser ocho”, sostuvo.
El ingreso de Fluxus a Vaca Muerta confirma el atractivo que la formación neuquina sigue generando en operadores internacionales. Con este proyecto piloto, la petrolera brasileña busca posicionarse como un nuevo jugador en la producción de petróleo no convencional en Argentina, con la mira puesta también en la integración energética regional.