Las cifras oficiales fueron validadas a través de las declaraciones juradas de producción que la firma presenta mensualmente. Según estimaciones de analistas en base a esos datos, la producción total del mes rondó los 11,56 millones de barriles.
El crecimiento mensual estuvo impulsado principalmente por la Cuenca Neuquina, que aportó el 85% de la producción de la compañía. Dentro de esta región, la formación Vaca Muerta fue determinante, al concentrar el 77% de los barriles extraídos durante el período.
El desempeño de YPF se dio en paralelo con los resultados generales de la industria. La Secretaría de Energía informó que la producción nacional de petróleo llegó a 826,8 mil barriles diarios en agosto, el registro más alto desde enero de 1999. Este nivel representó un aumento del 14,9% respecto al mismo mes del año anterior y consolidó el rol de la actividad como motor del crecimiento energético.
En cuanto al gas natural, la producción promedió 158 millones de metros cúbicos diarios, lo que significó un incremento interanual del 3,3%. Estos volúmenes permitieron sostener la cobertura de la demanda interna y reforzar la estrategia de expansión definida por el Gobierno y las operadoras.
El aumento de la producción energética también tuvo impacto en el frente externo. En agosto, las exportaciones de energía alcanzaron US$ 1.056 millones, lo que implicó un crecimiento del 40% en comparación con el mismo mes de 2024. Entre enero y agosto, el saldo positivo de la balanza energética sumó US$ 4.590 millones, confirmando el perfil exportador del sector.
La participación de la producción no convencional resultó central en los resultados de YPF. Este segmento, que incluye shale y tight, representó 282.262 barriles diarios, es decir, 75,6% del total producido. Dentro de esa categoría, el shale oil marcó 280.266 barriles diarios, con un aumento del 3,3% intermensual.
En contraste, la producción convencional mostró un leve retroceso del 0,74% y aportó 90.953 barriles diarios, lo que equivale al 24,3% del total de la compañía. Pese a esta caída, los volúmenes globales lograron sostener el récord gracias al dinamismo de Vaca Muerta.
El desempeño de agosto reafirma la centralidad de YPF en el desarrollo energético argentino y el potencial de Vaca Muerta como motor de crecimiento de la producción nacional. La continuidad de este sendero dependerá del mantenimiento de la inversión y de la infraestructura de transporte para acompañar los niveles de extracción alcanzados.