El proyecto forma parte de una estrategia de recuperación secundaria, mediante la cual se inyecta gas al reservorio para generar presión y, posteriormente, extraer hidrocarburos líquidos. Se trata de un ciclo alternado de inyección y producción que podría transformar la matriz de recuperación convencional en la región.
Esta iniciativa acompaña la reciente prórroga de concesión otorgada a Quintana Energy, que extiende la operación de la compañía por diez años a partir de agosto de 2026. Como parte del acuerdo, la empresa asumió un compromiso de inversión que incluye la incorporación de tecnología de última generación.
En el marco del plan piloto, se instalaron compresores avanzados, con capacidad para operar en rangos variables de presión y volumen. Las instalaciones fueron adaptadas a estrictos estándares de seguridad, calidad operativa y protección ambiental que rigen en EFO.
“Estamos en etapa de prueba. Aunque el invierno complica el ciclo, la idea es llegar con experiencia acumulada a octubre, cuando baja la demanda nacional de gas y es ideal para inyectar”, explicó Marcos Ceccani, gerente de Ingeniería de Quintana Energy. “El reservorio tiene muy buenas condiciones para este tipo de desarrollo. Es una gran oportunidad para EFO y para toda la provincia”.
La compañía sostiene que este tipo de recuperación secundaria tiene antecedentes exitosos. Entre 2018 y 2019, un ensayo similar en el pozo EFO-95 permitió incrementar significativamente la recuperación de hidrocarburos líquidos, lo que alienta las expectativas del nuevo ciclo de pruebas.
Actualmente, trabajan más de 100 personas en el yacimiento. Desde Quintana destacan el trabajo integrado del personal como uno de los factores clave del proyecto. “Nuestro lema es ‘un solo mameluco’. Todo el personal, desde los operadores hasta los técnicos instrumentistas, trabaja como un solo equipo”, afirmó Ceccani.
El plan cuenta con un estricto seguimiento por parte del Estado. La Secretaría de Hidrocarburos de Río Negro, en coordinación con el Departamento Provincial de Aguas (DPA) y la Secretaría de Ambiente, realiza inspecciones periódicas para verificar el cumplimiento normativo y asegurar estándares de seguridad y sostenibilidad.
“Estamos fiscalizando el arranque del piloto y controlamos aspectos como la seguridad, el ambiente, la calidad del agua y el ruido”, señaló José Ricciardulli, inspector provincial. “Es la primera vez que se implementa esta técnica de forma sostenida en Río Negro y puede tener un gran impacto”.
EFO llegó a producir hasta 3,5 millones de metros cúbicos diarios de gas, pero actualmente opera en una meseta de 750 mil m³. La reinyección busca recuperar parte de ese potencial y sostener la actividad en una zona clave para la economía energética regional.
La técnica se presenta como una alternativa viable ante el agotamiento progresivo de los reservorios convencionales. Su implementación apunta a extender la productividad de EFO sin requerir nuevas perforaciones a gran escala, con un enfoque sustentable y de bajo impacto.
Además del beneficio técnico, el proyecto tiene implicancias sociales y económicas importantes: garantiza empleo, mejora la eficiencia energética y fortalece la soberanía en el abastecimiento de hidrocarburos.
La experiencia que acumule Quintana Energy en estos meses será determinante para escalar la técnica a mayor escala. Octubre aparece como un mes clave, cuando se espera que las condiciones operativas favorezcan el aumento de la reinyección.
La provincia de Río Negro observa con atención este ensayo pionero. Si los resultados son positivos, podría marcar un nuevo rumbo para la recuperación secundaria en la región y servir de modelo para otros yacimientos maduros en Argentina.