Estas estimaciones revelan un panorama alentador para la economía de la región, con un incremento anual del 1,5% en el sector petrolero y una previsión de precios que sitúa el barril de crudo en 65,6 dólares. En cuanto al gas, se calcula un precio de 3 dólares por millón de BTU.
Este crecimiento proyectado no solo transformará la realidad económica de Neuquén, sino que también reconfigurará su estructura financiera. Se espera que para el año 2024, los ingresos por regalías y los impuestos provinciales representan el 78% de los ingresos totales, en comparación con el 70% registrado en 2023.
Este incremento significativo se verá impulsado por un aumento del 32% en las regalías petroleras y del 8% en las regalías gasíferas en un solo año, lo que permitirá a la provincia hacer frente a los desafíos económicos nacionales, incluidos los recortes en las transferencias federales a las provincias.
El crecimiento proyectado de ingresos también está respaldado por un aumento esperado en la producción de hidrocarburos. Se prevé que la producción de petróleo alcance los 1,2 millones de barriles diarios para 2028 y que la producción de gas llegue a 190 millones de metros cúbicos diarios para 2030, sin incluir el Gas Natural Licuado (GNL). Estos números representarían un triple y un doble aumento en la producción de petróleo y gas de la provincia, respectivamente.
La presentación realizada por la provincia en la ciudad de Houston detalla una ambiciosa agenda para el futuro del sector energético. En el caso del petróleo, se espera que se aproveche toda la capacidad del oleoducto OTASA hacia Chile, además de la incorporación de 315.000 barriles diarios del proyecto "Duplicar de Oldelval" en 2025 y otros 360.000 barriles del proyecto "Vaca Muerta Sur".
En cuanto al gas, se proyecta la adición de aproximadamente 10 millones de metros cúbicos por día (MMm3/d) provenientes de las plantas compresoras del GPNK este año, otros 20 MMm3/d de la segunda etapa del GPNK, y exportaciones adicionales hacia diversas regiones, como la región Bío Bío en Chile, Antofagasta también en Chile, San Pablo en Brasil a través de Bolivia, y Río Grande do Sul en Brasil por Uruguaiana.
Sin embargo, a pesar de este panorama prometedor, el financiamiento para la construcción de la infraestructura necesaria para el transporte y la exportación de gas sigue siendo una incógnita. Mientras que las inversiones privadas pueden impulsar el desarrollo en el sector petrolero, la financiación de los nuevos gasoductos presenta desafíos adicionales que requerirán una estrategia clara por parte de las autoridades provinciales y nacionales.
Este boom proyectado en los ingresos de Neuquén no solo beneficiará a la provincia en términos económicos, sino que también podría tener un impacto significativo en el desarrollo social y la calidad de vida de sus habitantes. Con una mayor disponibilidad de recursos financieros, las autoridades provinciales podrían invertir en infraestructura, educación, salud y programas sociales, mejorando así las condiciones de vida de la población y fomentando un crecimiento más equitativo y sostenible en toda la región.
Además, el crecimiento explosivo de Vaca Muerta y la expansión de la industria energética en Neuquén podrían tener implicaciones a nivel nacional e internacional. La provincia podría consolidarse como un actor clave en el mercado energético regional, fortaleciendo su posición geopolítica y contribuyendo al abastecimiento de energía tanto en el ámbito doméstico como en el mercado internacional, lo que podría generar oportunidades adicionales de desarrollo y cooperación en el ámbito energético.
De la mano de Vaca Muerta, los ingresos de Neuquén por regalías se triplicarían en sólo siete años
La provincia de Neuquén está en camino de experimentar un extraordinario crecimiento económico en los próximos años. Según las proyecciones gubernamentales, los ingresos por regalías derivados del petróleo y el gas podrían aumentar de los 1.417 millones de dólares en 2023 a una impresionante cifra de 4.082 millones para el año 2030.