Durante la Jornada Energía, Producción y Desarrollo Sostenible realizada en Mar del Plata, se presentaron los lineamientos del plan de trabajo que definirá la evolución del sistema troncal de transporte de crudo. La firma destacó que el crecimiento de la cuenca neuquina obliga a avanzar rápidamente en nuevas capacidades para sostener la demanda futura de evacuación.
El Proyecto Duplicar, inaugurado en abril, se convirtió en la obra más importante de la empresa. Su ejecución permitió elevar la capacidad del corredor Allen–Puerto Rosales de 36.000 a 86.000 metros cúbicos por día, un salto decisivo para acompañar el desarrollo de crudos livianos provenientes de los bloques shale de la región. Esta expansión sentó las bases para el nuevo ciclo de inversiones.
En noviembre, Oldelval y Trafigura realizaron la puesta en marcha del oleoducto de derivación hacia la refinería de Bahía Blanca. Con 14 pulgadas de diámetro y 11 kilómetros de extensión, la obra demandó más de 30 millones de dólares. Su ejecución cruzó el polo petroquímico local, donde la gran cantidad de ductos enterrados implicó desafíos operativos relevantes.
A las dificultades técnicas se sumó el temporal que afectó a Bahía Blanca en marzo, cuando la obra se encontraba en su tramo final. El fenómeno climático retrasó la puesta en marcha unos seis meses y generó daños que implicaron trabajos adicionales y costos estimados por más de 2 millones de dólares. Pese a ello, el derivador quedó finalmente operativo en octubre.
Mirando hacia adelante, el proyecto más ambicioso es Duplicar Norte, que permitirá eliminar los principales cuellos de botella del sistema. La iniciativa contempla la construcción de más de 200 kilómetros de ducto de 24 pulgadas entre Puesto Hernández —al norte de la cuenca— y la estación Allen, con una inversión cercana a los 380 millones de dólares.
El proyecto cuenta con contratos ship or pay ya firmados por varias operadoras y prevé un incremento inicial de la capacidad hasta 55.000 metros cúbicos por día, con una puesta en marcha escalonada entre fines de 2026 y marzo de 2027. Se trata del principal salto de transporte hacia el norte del sistema, uno de los tramos más tensionados por el crecimiento del shale oil.
En paralelo, Oldelval trabaja en la Extensión de Duplicar, un conjunto de obras menores en estaciones de bombeo orientadas a llevar la capacidad del sistema Allen–Puerto Rosales hasta los 120.000 metros cúbicos diarios. Las ampliaciones se realizarán entre mayo y agosto del próximo año y permitirán aliviar progresivamente la presión sobre el troncal.
Otra línea de trabajo es la segregación de crudos, una necesidad creciente por la diversificación en calidades que está generando Vaca Muerta. La empresa analiza dos variantes: una por contenido de azufre para adaptarse a los requerimientos de refinación, y otra basada en densidad y grado API para mejorar la eficiencia hidráulica. Ambos proyectos se encuentran en etapa conceptual.
Oldelval también evalúa incorporar el transporte de líquidos de gas (GLP) dentro de su red, lo que exigiría estudios técnicos y un análisis detallado del marco normativo vigente. La posibilidad permitiría aprovechar infraestructura existente en un mercado que tiende a expandirse a medida que crece la separación de líquidos en las plantas neuquinas.
Otro frente de planificación se centra en el cambio de traza del oleoducto entre Centenario y Allen, un tramo que quedó bajo áreas urbanizadas debido al crecimiento de la ciudad de Neuquén. La iniciativa contempla dos alternativas: cambiar exclusivamente la traza o reemplazar el ducto con una ampliación de capacidad adicional. Ambas opciones proyectan inicio de obra en 2026.
La compañía explicó que, además de seguridad operativa, el proyecto busca anticiparse a futuros cuellos de evacuación en una zona donde la producción crece a ritmo acelerado. La definición final dependerá de los compromisos de transporte de las operadoras que cargan en ese tramo del sistema.
Finalmente, Oldelval planteó como meta estratégica operar y mantener la totalidad de los oleoductos de la cuenca neuquina. Hoy existen múltiples operadores en un mismo sistema, algo que la empresa considera ineficiente. Un esquema unificado —sostienen— permitiría reducir costos fijos, optimizar recursos y ganar competitividad en un mercado en plena expansión.
Con estos proyectos, Oldelval busca preparar el sistema de transporte para una cuenca que podría duplicar sus volúmenes exportables en los próximos años. El desafío es anticiparse al crecimiento y asegurar que el transporte no se convierta en el principal límite de la expansión petrolera argentina.