De acuerdo a un relevamiento realizado por este medio, la primera carga de GNL importado de la actual gestión partió el pasado 2 de abril del puerto de Cameron, Texas, en el Golfo de México. Y está previsto que arribe a Escobar en la tarde noche de mañana, para proceder a la descarga en las últimas horas del sábado.
El buque, denominado BW Pavilion Vanda lleva la carga que se compró a la firma TotalEnergies, que en la licitación realizada el mes pasado se quedó con 3 de los 10 envíos pactados. Los 7 restantes corresponden a la firma Glencore.
El precio promedio obtenido en la licitación fue de unos 10 dólares por millón de BTU, casi un 30% del encima del precio de mercado internacional a raíz de la decisión del Banco Central de no autorizar el pago anticipado de los cargueros, como se usa en la industria global.
Además, un tercio de los envíos no tienen el precio cerrado, sino que pactó una fórmula variable en función de la cotización del Henry Hub.
De momento Enarsa solo licitó estos 10 cargamentos, que tienen fecha de entrega hasta el 8 de julio, indicando así que se deberá realizar una nueva ronda para conseguir más cargamentos que permitan completar la demanda de gas tanto del resto de julio, como de agosto y parte de septiembre.
Si bien la cantidad de cargamentos dependerá del volumen que finalmente cada buque descargue en Escobar -por ejemplo este primer envío sería por 96.000 metros cúbicos- a simple vista Enarsa requerirá al menos de otros cinco cargamentos para Escobar, sin contar en esa ecuación la situación de las provincias del norte en donde comenzará a escasear el gas de Bolivia ante la demora en la reversión del Gasoducto Norte.
Es que si bien la puesta en marcha el año pasado del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner (GPNK) permitió evitar este año el arribo de un segundo buque regasificador a Bahía Blanca y con él, los cargamentos, el año pasado la importación superó los 40 barcos, es decir un 300% más que lo contratado hasta ahora.
El panorama energético del país se encuentra en un punto crucial, con la llegada de esta primera carga de GNL marcando un hito en la gestión de Milei. Sin embargo, las proyecciones de demanda sugieren que se requerirán medidas adicionales para asegurar el abastecimiento durante los próximos meses, especialmente en regiones donde la dependencia del gas importado es alta.
La incertidumbre persiste en torno a la estrategia a seguir por Enarsa y el gobierno en materia energética. Aunque se espera una nueva licitación para la adquisición de más cargamentos, la ausencia de avances concretos al respecto deja en suspenso la capacidad de respuesta ante las necesidades energéticas del país en un contexto de creciente demanda y desafíos logísticos.