La reglamentación detalla los sectores que se beneficiarán del RIGI, incluyendo la forestoindustria, el turismo, la infraestructura, la minería, la tecnología, la siderurgia, la energía, y el petróleo y gas. En particular, se destacan varias actividades dentro del sector energético que serán incentivadas. Entre ellas se encuentran la construcción de plantas de tratamiento y separación de líquidos de gas natural, oleoductos, gasoductos y poliductos, así como el transporte y almacenamiento de hidrocarburos líquidos y gaseosos. La petroquímica, que abarca la producción de fertilizantes y la refinación, y la producción y procesamiento de gas natural destinado a la exportación también recibirán estímulos. Sin embargo, el gobierno ha decidido excluir la explotación y producción de petróleo no offshore, limitando el acceso al RIGI para proyectos relacionados con gas.
Respecto a los montos de inversión, el artículo 173 de la Ley de Bases había fijado un mínimo de US$ 200 millones para calificar en el RIGI. No obstante, la reglamentación especifica que para el sector de petróleo y gas se aplican montos mayores. Así, la explotación y exploración offshore y la producción de gas destinado a la exportación requieren una inversión mínima de US$ 600 millones, mientras que el transporte y almacenamiento demanda US$ 300 millones. Para calificar, los montos de inversión deben ser acreditados por el Vehículo de Proyecto Único (VPU), que es la figura a través de la cual se canalizarán las inversiones. Este mecanismo asegura que las inversiones sean destinadas a proyectos nuevos y evita que se incluyan gastos previos.
El RIGI también introduce el concepto de Proyectos de Exportación Estratégica de Largo Plazo, que deben cumplir con requisitos específicos para calificar. Estos proyectos deben posicionar a Argentina como un nuevo proveedor en mercados internacionales donde el país tiene una participación mínima. Además, deben detallar las etapas del proyecto y las inversiones comprometidas, con un monto mínimo de US$ 1000 millones por etapa. Los proyectos de exportación estratégica deben prever una inversión mínima del 20% del monto total en los primeros dos años y pueden involucrar múltiples VPU, los cuales deben asumir responsabilidades solidarias.
Finalmente, el RIGI ofrece beneficios fiscales, aduaneros y cambiarios, y exige que al menos el 20% del monto destinado al pago de proveedores durante las etapas de construcción y operación se utilice para contratar proveedores locales, siempre y cuando la oferta local sea competitiva en precio y calidad. Las empresas tienen un plazo de dos años para adherirse a este régimen.
El RIGI también introduce un enfoque estratégico hacia la inversión en proyectos de gran escala que buscan impactar de manera significativa en el mercado internacional. Al incentivar sectores como la energía y la petroquímica, el régimen pretende no solo aumentar la capacidad productiva del país, sino también fortalecer su presencia en mercados globales clave. Los beneficios impositivos, aduaneros y cambiarios están diseñados para reducir las barreras económicas para los inversores y hacer más atractiva la inversión en Argentina en comparación con otros países que ofrecen regímenes similares.
Además, la reglamentación subraya un compromiso con la contratación de proveedores locales, un aspecto fundamental para fomentar el desarrollo económico interno. Al exigir que al menos el 20% del monto destinado a proveedores de bienes y obras se utilice para adquisiciones locales, el RIGI no solo apoya el crecimiento de las empresas nacionales, sino que también busca asegurar que el impacto económico de las grandes inversiones beneficie a las economías regionales. Este requisito, sin embargo, está condicionado a la disponibilidad y competencia de los proveedores locales en términos de precio y calidad.
El decreto 749/2024 y su reglamentación reflejan un esfuerzo por parte del gobierno para estructurar un entorno de inversión más competitivo y alineado con las necesidades del mercado global. Con una clara orientación hacia sectores estratégicos y un marco regulatorio que busca equilibrar los beneficios para los inversores y el desarrollo económico local, el RIGI se presenta como una herramienta clave para atraer inversiones significativas y potenciar las exportaciones de Argentina en los próximos años.
El gobierno reglamenta el RIGI: beneficios, sectores y requisitos de inversión
El gobierno nacional ha reglamentado el Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI) mediante el decreto 749/2024, publicado en el Boletín Oficial. Esta nueva normativa tiene como objetivo fomentar la inversión en sectores clave de la economía, con el propósito de triplicar el nivel de las exportaciones en una década a través de una serie de beneficios impositivos, aduaneros y cambiarios. La intención es competir con los regímenes existentes a nivel regional y mundial, según indicó el Ministerio de Economía en un comunicado.