El secretario general del gremio, Manuel Arévalo, manifestó que los despidos se producen en un momento donde la actividad hidrocarburífera alcanza niveles históricos. Citando datos oficiales de la Secretaría de Energía de la Nación, el sindicato señaló que la producción de petróleo tuvo un incremento interanual de 16,2% en junio, mientras que el gas natural creció 7,6%. En ese marco, consideró que los logros del sector fueron posibles “gracias al esfuerzo de toda la familia petrolera”.
Arévalo sostuvo que quienes minimizan la gravedad de la situación “no conocen verdaderamente lo que se ha atravesado” en la industria, recordando el compromiso asumido por los trabajadores incluso durante la pandemia. “Pusimos el hombro para que Vaca Muerta funcione para beneficio del país, apostando a la paz social y participando en las mesas de consenso”, expresó.
A través de un comunicado, el sindicato afirmó que no aceptará que se dé por sentado que la caída de actividad o los despidos responden a una supuesta variación en el precio del crudo, ya que —según remarcaron— no se produjo tal modificación. En ese sentido, criticaron a las empresas por adoptar decisiones “en contra de los trabajadores”, en una región desde donde se extraen los principales recursos energéticos del país.
La postura del sindicato que conduce Arévalo coincide con la del Sindicato de Petróleo y Gas Privado de Río Negro, Neuquén y La Pampa, liderado por Marcelo Rucci, que también denunció una situación crítica en el sector con 1.200 despidos y más de 2.000 suspensiones. Aunque se había anunciado un paro, la medida fue suspendida tras dictarse la conciliación obligatoria por parte de la Secretaría de Trabajo, Empleo y Seguridad Social.
Desde el gremio jerárquico advirtieron que continuarán defendiendo cada uno de los puestos de trabajo de sus afiliados, más allá de la instancia legal. “Con o sin conciliación obligatoria, no renunciaremos jamás a la defensa de los sagrados derechos de nuestros afiliados”, subrayó Arévalo.
El sindicato también denunció irregularidades en el sistema de contrataciones, responsabilizando a las operadoras y empresas de servicios por la “ruptura de la paz social” en el territorio. Cuestionaron la contratación de firmas “dudosas” y el ingreso de mano de obra foránea “desconocedora de la actividad hidrocarburífera”, con encuadramientos “ilegales” y salarios “irrisorios”.
La organización señaló que este tipo de prácticas busca avanzar sobre los derechos laborales y los convenios vigentes. “Este es un límite que no permitiremos pasar. Se terminó el abuso y la explotación pretendida”, afirmaron desde el gremio, tras reclamar una verdadera “humanización del trabajo petrolero”.
Por último, el sindicato llamó a preservar el equilibrio en una industria estratégica para la economía nacional y pidió que se respeten las condiciones laborales, la legislación vigente y el rol de las organizaciones sindicales en la defensa de los trabajadores.