Con más de 14 millones de vehículos solo en la provincia de Buenos Aires, se anticipa un incremento en la producción de desechos altamente contaminantes. La iniciativa no solo aborda la necesidad de gestión de residuos, sino que también anticipa la transición hacia tecnologías fotovoltaicas más sostenibles y eficientes.
La perovskita, material clave en el proyecto, promete revolucionar el mercado fotovoltaico con su producción más económica y sostenible en comparación con las celdas tradicionales de silicio. Se estima que para 2030, estas celdas podrían capturar hasta un 30% del mercado global de energía solar.
El desafío radica en igualar la eficiencia energética de las celdas convencionales utilizando plomo reciclado, asegurando así su competitividad comercial. Avances significativos en la purificación del plomo y estudios preliminares prometen resultados prometedores, respaldados por la financiación de la Comisión de Investigaciones Científicas (CIC).
Con antecedentes de éxito en economía circular del plomo por parte de empresas locales, el equipo proyecta transferir tecnología a industrias interesadas en adoptar prácticas más sustentables. Este proyecto no solo representa un avance científico, sino también un paso decisivo hacia un futuro energético más limpio y responsable.
El proceso de reciclaje del plomo de las baterías usadas implica una serie de pasos químicos meticulosos. Primero, el plomo se convierte en una sal que luego se purifica en laboratorio para obtener la calidad necesaria para la fabricación de perovskitas. Este material cristalino no solo minimiza el uso de plomo en comparación con las soldaduras tradicionales de paneles solares, sino que también integra otros elementos que mejoran su eficiencia y durabilidad.
Además del impacto ambiental positivo, la investigación apunta a crear un mercado local robusto para tecnologías fotovoltaicas avanzadas. La colaboración interdisciplinaria entre diferentes regiones y países refleja un compromiso global con la innovación y la sostenibilidad en el sector energético. Este enfoque no solo fomenta la autonomía energética, sino que también reduce la dependencia de recursos minerales no renovables.
A medida que avanza el proyecto, se espera que los resultados obtenidos puedan no solo beneficiar la industria fotovoltaica, sino también inspirar iniciativas similares en otras partes del mundo. La combinación de investigación científica rigurosa y aplicación práctica promete no solo transformar la forma en que se manejan los residuos peligrosos, sino también abrir nuevas fronteras en la producción de energía limpia y renovable para las generaciones futuras.
Fabrican celdas solares con plomo reciclado (de la mano de Intema) para promover la economía circular
Un equipo de investigadores liderado por la Dra. Mariana Berruet del Instituto de Investigaciones en Ciencia y Tecnología de Materiales (INTEMA), en colaboración con expertos de Tandil, Neuquén y Montevideo, está pioneramente transformando baterías de plomo ácido en desuso en celdas solares fotovoltaicas. Este innovador proyecto busca no solo mitigar la contaminación por residuos tóxicos, sino también fortalecer la industria de energías renovables en Argentina.