Este ascenso no es casualidad, sino el resultado de una estrategia de inversión masiva y sostenida. Desde su inicio, YPF y Chevron han inyectado más de 10.000 millones de dólares en Loma Campana, consolidándolo como el proyecto más capitalizado de Vaca Muerta. Este año, las inversiones acumuladas superaron los 10.084 millones de dólares, reflejando la magnitud del compromiso con la formación shale.
El éxito de Loma Campana se enmarca en el plan “4×4” de YPF, diseñado para maximizar el potencial de Vaca Muerta. Este enfoque prioriza áreas de alta rentabilidad y apuesta por la innovación tecnológica. Un ejemplo notable es la perforación del pozo más extenso de la formación, con una rama horizontal de 4.958 metros, que establece un nuevo estándar en eficiencia y optimización de recursos.
Vaca Muerta se ha consolidado como el principal motor de la producción petrolera en Argentina. En octubre, aportó el 56,82% del total nacional, que ascendió a 742.748 barriles diarios. Este crecimiento del shale oil ha permitido sostener exportaciones regulares de 120.000 barriles diarios, contribuyendo a revertir el déficit energético y a registrar saldos positivos en la balanza comercial.
El auge del petróleo de Vaca Muerta también está transformando la infraestructura energética del país. Las refinerías, diseñadas para procesar crudo convencional, han tenido que adaptarse a las características más ligeras del shale oil, lo que evidencia el impacto estructural de este cambio en la matriz energética.
Sin embargo, el desarrollo actual de Vaca Muerta apenas rasca la superficie de su potencial. Solo el 8% de la formación está en etapa de desarrollo masivo, dejando un enorme margen para el crecimiento futuro. Este dato resalta la capacidad de Argentina para seguir expandiendo su producción energética y fortalecer su posición en los mercados internacionales.
El contraste con el petróleo convencional es evidente. Mientras los yacimientos tradicionales enfrentan el agotamiento de pozos, Vaca Muerta sigue marcando récords, aportando 422.038 barriles diarios en octubre, frente a los 312.470 barriles provenientes del petróleo convencional.
Loma Campana no solo es un ejemplo del éxito de Vaca Muerta, sino también un símbolo de la transición energética de Argentina. Con un enfoque en la exportación y la innovación tecnológica, YPF y Chevron han transformado este bloque en un pilar estratégico para el futuro del país en el sector hidrocarburífero.
El desarrollo de Loma Campana confirma que Vaca Muerta es clave para garantizar el abastecimiento interno, sostener las exportaciones y proyectar a Argentina como un actor relevante en el mercado energético global. Su crecimiento subraya la importancia de una visión a largo plazo, apoyada en la inversión y la tecnología, para transformar el potencial en resultados concretos.
Vaca Muerta: Loma Campana se consagra como el mayor productor de petróleo de Argentina
Loma Campana, el emblemático bloque de YPF en sociedad con Chevron, alcanzó un hito histórico en octubre al convertirse en el yacimiento de petróleo más productivo del país. Con una producción de 88.229 barriles diarios, desplazó del liderazgo a Cerro Dragón, el tradicional referente de Pan American Energy en la Cuenca del Golfo San Jorge, que quedó en segundo lugar con 81.000 barriles diarios.