Durante la reunión ampliada se repasaron los aspectos técnicos, económicos y ambientales de una iniciativa que aspira a posicionarse como un motor para el desarrollo minero argentino y un aporte significativo al crecimiento económico de Salta.
La compañía, que opera en Zambia, Panamá y Turquía, confirmó que Taca Taca será su próximo gran desarrollo en Argentina, destacando que se trata de uno de los proyectos de cobre más relevantes del continente.
Los senadores recibieron la información económica clave: la inversión estimada asciende a 3.600 millones de dólares, la vida útil del yacimiento se proyecta en 32 años y la etapa de construcción demandará 4.000 puestos de trabajo directos.
Una vez en operación, el complejo requerirá unos 2.000 trabajadores permanentes y producirá alrededor de 250.000 toneladas de cobre por año, posicionando a Salta como un actor estratégico en la cadena global de los minerales críticos.
La recaudación fiscal estimada supera los 10.000 millones de dólares durante toda la vida del proyecto, mientras que las exportaciones anuales podrían llegar a los 3.000 millones de dólares, de acuerdo con las proyecciones presentadas ante los legisladores.
Según FQM, el impacto económico sería inmediato: el Producto Bruto Interno de la provincia podría incrementarse hasta un 25%, un nivel considerado sin precedentes para la economía salteña.
La empresa también expuso sus lineamientos ambientales, remarcando que la operación utilizará agua industrial y salmuera no apta para consumo humano, con un sistema de reutilización del 85% para garantizar un uso responsable del recurso.
Los ejecutivos destacaron que Taca Taca no compartirá fuentes de agua dulce con comunidades locales y que, además, contempla obras para asegurar el abastecimiento de agua potable al poblado de Tolar Grande.
En materia de infraestructura, se planifica una inversión adicional de 250 millones de dólares para la construcción de líneas de alta tensión, la rehabilitación del ramal ferroviario hacia los puertos del Pacífico y el tendido de fibra óptica.
La empresa también asumió el compromiso de proveer energía a Tolar Grande, integrando al poblado dentro del esquema de desarrollo asociado al proyecto minero.
Para avanzar hacia la etapa de construcción, FQM señaló que es clave obtener la aprobación del Estudio de Impacto Ambiental, las concesiones de uso de agua y completar la estructura de financiamiento internacional del proyecto.
La compañía remarcó la importancia de concretar estos procesos dentro de los plazos que exige el Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI), cuya ventana de elegibilidad vence en julio de 2026.
El encuentro cerró con un compromiso compartido entre los senadores y la empresa: consolidar un desarrollo minero sostenible, competitivo y alineado con la creciente demanda global de cobre, impulsada por la transición energética y la expansión de la inteligencia artificial.