La visión sueca sobre la transición energética está firmemente vinculada a la innovación y sostenibilidad, aspectos que forman parte de la identidad del país escandinavo. Suecia ha logrado un crecimiento económico sostenible, reduciendo sus emisiones de dióxido de carbono desde los años 90, y se posiciona como un líder en la electrificación del transporte, ejemplificado por la empresa Northvolt, dedicada a la producción de baterías para vehículos eléctricos. Este enfoque no solo es un compromiso nacional, sino también una oportunidad para establecer alianzas internacionales que promuevan un desarrollo sostenible.
En este sentido, Ericsson resaltó que la minería en Argentina es una de las áreas donde Suecia ve más oportunidades para incrementar el intercambio bilateral. Empresas suecas como Sandvik, Epiroc, Alfa Laval y Atlas Copco ya están involucradas en la industria minera argentina, suministrando maquinaria y tecnología avanzada. Además, la participación de compañías como Ericsson en telecomunicaciones y Scania y Volvo en transporte subraya el amplio interés sueco en apoyar el desarrollo del sector.
El embajador subrayó que Suecia tiene una relación histórica con la minería, siendo el hierro uno de los productos más importantes para su economía. En la región de Kiruna, ubicada en el extremo norte del país, Suecia está desarrollando una de las minas más profundas de Europa, lo que refleja la convivencia entre la sociedad y la minería en el país escandinavo. Este proyecto se lleva a cabo bajo estrictos estándares de sostenibilidad, una prioridad que Suecia busca mantener en todas sus operaciones mineras.
En el contexto latinoamericano, Ericsson mencionó que las relaciones entre Suecia y Argentina son sólidas, con un comercio bilateral que en 2023 alcanzó los 300 millones de dólares. El embajador también destacó que, a pesar de los desafíos económicos y políticos que enfrenta Argentina, el interés sueco en el país sigue en aumento, especialmente en sectores estratégicos como la minería.
El enfoque de Suecia hacia la minería no solo busca el desarrollo económico, sino también contribuir a la independencia de Europa en el acceso a minerales estratégicos, reduciendo la dependencia de fuentes extranjeras. La colaboración entre Suecia y Argentina en este sector promete ser un camino hacia un futuro más sostenible y próspero para ambos países.
Además del intercambio comercial, Suecia tiene un fuerte interés en aportar su experiencia en tecnología e innovación al sector minero argentino. Ericsson mencionó que el país escandinavo está dispuesto a colaborar en áreas clave como la automatización, la inteligencia artificial y el software especializado, elementos que son fundamentales para mejorar la eficiencia y sostenibilidad de las operaciones mineras. Esta colaboración podría posicionar a Argentina como un referente en minería moderna, aprovechando las tecnologías de punta que Suecia ha desarrollado y que ya están en uso en sus propias explotaciones mineras.
Por otro lado, la relación entre ambos países también podría fortalecerse a través de inversiones suecas en infraestructura crítica para la minería, como la instalación de cargadores eléctricos y la mejora en las telecomunicaciones. Ericsson subrayó que para que estas inversiones se concreten, es necesario que Argentina brinde un marco de estabilidad y reglas claras que permitan a las empresas suecas proyectar a largo plazo. Este entorno favorable podría atraer más capital sueco al país, consolidando a Argentina como un socio estratégico en la región para Suecia y ampliando las oportunidades de crecimiento para ambos.
Suecia busca fortalecer su relación con Argentina a través de la minería
Suecia ha identificado la industria minera argentina como un sector con alto potencial para fortalecer sus relaciones comerciales con el país sudamericano. En un contexto de grandes expectativas para la minería argentina, el embajador de Suecia ante Argentina, Torsten Ericsson, destacó en una entrevista la importancia estratégica de este sector en el marco de la transición energética y el reacomodamiento geopolítico global.