El hito, logrado junto a la empresa Calfrac, marcó un antes y un después en la industria, al superar todas las marcas previas en la cuenca neuquina. El trabajo se concretó en apenas tres días y demostró la capacidad técnica y operativa de una firma nacida en Neuquén que hoy compite con compañías internacionales en eficiencia y resultados.
“Para nosotros es un orgullo”, señaló Picazo, quien recordó que el camino no fue fácil. “Nos conocían a nosotros, no a Phanter. Pero cuando trajimos nuestras propias herramientas y empezamos a mostrar resultados, todo se fue dando naturalmente. La industria shale es muy exigente, y eso nos empujó a mejorar cada día”, comentó.
Phanter nació con la visión de profesionalizar los servicios de fondo de pozo, conocidos como coiled tubing y thru tubing, tareas que permiten remover residuos, arena y tapones solubles tras las fracturas hidráulicas. Este proceso resulta esencial para que las operadoras puedan poner los pozos en producción más rápido y con mayor eficiencia.
“Vimos que no todos los pozos llegaban a ser completamente limpiados antes de entrar en producción. Si te quedan 1.000 metros sin intervenir, no tiene sentido”, explicó el fundador. Esa observación se convirtió en la base del negocio: llegar donde otros no podían y asegurar que cada pozo quede en condiciones óptimas para producir.
El crecimiento fue sostenido. Tras los primeros años de trabajo con pequeñas herramientas y un equipo reducido, Phanter comenzó a incorporar tecnología internacional, como el sistema Rogue, de la firma estadounidense NOV, que les permitió aumentar la precisión y la profundidad de sus operaciones.
La certificación como pyme neuquina, obtenida bajo la ley provincial 3338, fue otro paso clave en su consolidación. Les abrió puertas en licitaciones y contratos con las principales operadoras de la cuenca, entre ellas YPF, Vista, Shell y Tecpetrol, que hoy confían en su servicio.
El récord de julio —con más de 7.700 metros intervenidos— fue el resultado de ese recorrido técnico y humano. “Lo hicimos con nuestro equipo completo, con gente de Neuquén. Eso tiene un valor enorme para nosotros”, destacó Picazo.
Mirando hacia adelante, Phanter ya proyecta nuevos desafíos. La empresa está en proceso de incorporar una nueva tecnología de limpieza profunda que permitiría alcanzar pozos de hasta 8.500 metros, lo que podría convertirse en un registro inédito para América Latina.
“Queremos seguir creciendo y rompiendo barreras. El potencial de Vaca Muerta nos impulsa a innovar constantemente”, aseguró Picazo, quien confía en que el futuro de la compañía estará marcado por más récords y por la expansión de su servicio en toda la región patagónica.
Desde Neuquén, Phanter demuestra que la innovación local y el talento técnico pueden marcar la diferencia en una industria global, aportando eficiencia, seguridad y competitividad al desarrollo energético más importante del país.

Tu opinión enriquece este artículo: