Guillermo Francos, actual ministro del Interior, quien ahora supervisa la cartera que antes pertenecía al Ministerio de Ambiente, firmó el aval después de que Equinor cumplió con los requisitos, incluido el estudio de impacto ambiental. Cabe recordar que hace dos años, la misma operación sísmica generó fuertes resistencias en Mar del Plata, donde estuvo detenida durante casi dos años debido a acciones judiciales.
En Mar del Plata, las protestas y la oposición a la exploración de crudo llevaron a un prolongado freno de la operación. Incluso el intendente de la ciudad, Guillermo Montenegro, presentó un recurso de amparo para detener las actividades de Equinor. Durante este período, el Gobierno y el Ministerio de Ambiente adoptan posturas ambiguas, sin una defensa clara del proyecto ni una comunicación efectiva de sus posibles beneficios a la población.
El conflicto en Mar del Plata llegó a la Corte Suprema de Justicia, que finalmente autorizó las actividades de Equinor el mes pasado. Tres de los cuatro jueces votaron un favor, permitiendo a la empresa noruega avanzar con sus operaciones en la costa marplatense.
El proyecto de Equinor en Tierra del Fuego, dividido en tres áreas y administrado al 100% por la empresa, se llevará a cabo a 30 kilómetros de la costa de Río Grande a distribuir un área total de 7810 km². La duración estimada de las operaciones es de alrededor de 150 días, con actividades las 24 horas del día, siempre que las condiciones meteorológicas lo permitan, según lo informa la empresa en su página web.
Cabe destacar que Equinor, fundada en 1972 y dirigida por Anders Opedal, ya tiene participación en otras cinco áreas petroleras en Argentina, tres de las cuales generaron rechazo en Mar del Plata. Estas exploraciones se encuentran a distancias considerables de la costa marplatense y cuentan con la participación de otras compañías, como YPF y Shell, en asociación con la empresa noruega y las estatales argentinas.
Con la aprobación reciente del Gobierno argentino, Equinor se prepara para iniciar las tareas de exploración petrolera en las costas de Tierra del Fuego, una decisión que será observada de cerca por la comunidad y las autoridades locales.
La autorización del Gobierno argentino para que Equinor lleve a cabo exploraciones petroleras en la costa de Tierra del Fuego ha reavivado el debate sobre el equilibrio entre el desarrollo económico y la preservación ambiental en el país. La experiencia previa en Mar del Plata, donde la resistencia local y las acciones judiciales generaron un impasse prolongado, plantean preguntas sobre cómo se abordarán los desafíos y preocupaciones similares en Tierra del Fuego. La postura ambigua del Gobierno en el pasado y la falta de una comunicación clara sobre los beneficios potenciales de estos proyectos refuerzan la necesidad de un enfoque más transparente y participativo en la toma de decisiones relacionadas con la explotación de recursos naturales.
La extensión de las operaciones de Equinor en Argentina, no solo en Tierra del Fuego sino también en otras áreas del país, destaca la creciente importancia de la industria energética y la colaboración internacional en la explotación de recursos naturales. Este panorama plantea desafíos significativos en términos de gestión ambiental, relaciones comunitarias y regulación gubernamental. A medida que Equinor avance con sus exploraciones en Tierra del Fuego, la sociedad y las autoridades estarán atentas para evaluar cómo se manejan estos aspectos críticos, buscando un equilibrio que garantice el desarrollo sostenible y la preservación del entorno natural.