El oleoducto, que estará liderado por un consorcio de siete grandes empresas del sector con YPF al frente, tendrá una capacidad inicial de transporte de 180.000 barriles diarios. Así lo confirmó Gustavo Gallino, vicepresidente de Infraestructura de YPF, durante el encuentro “Ámbito Debate” sobre energía y minería.
La iniciativa contempla una inversión estimada de entre 2.580 y 3.000 millones de dólares. La infraestructura cubrirá un trayecto de 437 kilómetros y permitirá llevar el petróleo producido en Vaca Muerta directamente al Atlántico, facilitando su exportación, especialmente hacia los mercados asiáticos.
Gallino destacó que, pese a los desafíos técnicos del proyecto, la obra avanza según lo previsto y con todos los contratos firmados. “Venimos cumpliendo los plazos y está muy avanzado”, afirmó, al tiempo que instó a “aprovechar la sinergia” entre las compañías que conforman la Sociedad de Propósito Único (SPV).
La SPV está integrada por YPF, Vista, Pan American Energy, Pampa Energía, Pluspetrol, Chevron y Shell. A su vez, Gas y Petróleo del Neuquén (GyP) participa como accionista clase B, garantizando una capacidad de transporte de 5.000 barriles diarios para la provincia.
En cuanto al trazado del oleoducto, se enfrenta a terrenos de difícil acceso que requieren soluciones de ingeniería avanzadas. En Punta Colorada, se instalarán dos monoboyas en aguas profundas, capaces de cargar buques VLCC con hasta 2 millones de barriles, lo cual exigirá sistemas de operación seguros frente a las condiciones del Golfo San Matías.
Uno de los grandes desafíos operativos será la gestión del flowback, el agua residual de la fractura hidráulica. Expertos del sector exploran la utilización de inteligencia artificial para optimizar el reciclaje de ese recurso, minimizando costos y el impacto ambiental.
Además, la producción que alimentará al VMOS provendrá de pozos con ramas laterales que superan los 5.000 metros, como los de Loma Campana. Esta exigente tecnología permitirá sostener niveles de producción clave para la rentabilidad del ducto.
La magnitud del proyecto no solo se refleja en su infraestructura, sino también en su proyección económica. Se estima que, una vez plenamente operativo, el VMOS podría generar entre 15.000 y 20.000 millones de dólares anuales por exportaciones, con un costo competitivo de entre 2 y 3 dólares por barril menos que otras terminales.
La financiación combina un 30% de aportes de los socios, equivalente a unos 1.000 millones de dólares, y un 70% de deuda a través de un préstamo sindicado de bancos internacionales por 1.700 millones. La adhesión al Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones (RIGI) garantiza estabilidad jurídica y previsibilidad en los retornos.
Desde enero de 2025, las obras comenzaron con movimientos de suelo, excavaciones y entrega de tuberías fabricadas por Tenaris. CB&I construye tanques onshore de almacenamiento con capacidad de 4 millones de barriles, mientras Técnicas Reunidas lidera la ingeniería y Milicic ejecuta tareas desde Añelo hasta Sierra Grande.
Por su parte, la Secretaría de Ambiente y Cambio Climático de Río Negro supervisa el cumplimiento ambiental del proyecto. Cada día de demora representa pérdidas estimadas en 39 millones de dólares por exportaciones no concretadas, lo que subraya la urgencia y relevancia del cronograma.
El gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck, celebró el acuerdo de inversión y destacó el rol de su provincia en el desarrollo energético del país.
“No somos una provincia de paso, somos protagonistas”, declaró tras la firma del compromiso por 1.000 millones de dólares en el marco del VMOS.
Vaca Muerta Oleoducto Sur: la clave para convertir a Argentina en un gran exportador de petróleo
La obra de Vaca Muerta Oleoducto Sur (VMOS) avanza a paso firme con la mirada puesta en fines de 2026 como fecha clave para su puesta en marcha. El megaproyecto energético conectará la cuenca neuquina con una terminal en Punta Colorada, provincia de Río Negro, y apunta a posicionar a la Argentina como un jugador relevante en el mercado global de crudo.