Anbinder señaló que entre 2027 y 2030 se impondrán restricciones y requerimientos significativos en cuanto a la intensidad de carbono y metano en los productos petroleros comercializados en el mercado internacional. Aquellas empresas capaces de adaptarse a estas exigencias disfrutarán de una ventaja competitiva considerable.
La forma de obtener financiamiento para proyectos de Oil & Gas ha experimentado cambios sustanciales desde 2016, especialmente debido a la influencia de las problemáticas ambientales en las agencias calificadoras de crédito. Según Anbinder, para 2027 se espera que las compañías petroleras exportadoras cuenten con sistemas de medición y monitoreo en sus operaciones, mientras que para 2030 se espera que todos los contratos de exportación e importación de hidrocarburos se ajusten a estándares ambientales más estrictos, minimizando al máximo las emisiones de gases de efecto invernadero.
Estos requisitos ya se están aplicando en materias primas desde 2023 y se extenderán a diversas industrias en 2024, incluyendo el acero, hierro, fertilizantes, madera, papel y productos alimenticios.
La tendencia mundial indica que la electrificación de las operaciones petroleras será crucial para acceder al financiamiento, conquistar nuevos mercados y mantener la competitividad. Países como Europa, Estados Unidos, Canadá y Japón ya están adoptando esta tendencia.
En este contexto, Anbinder enfatizó la necesidad de descarbonizar la industria Oil & Gas, especialmente en lugares como Vaca Muerta, que posee un importante potencial exportador. La incorporación de una nueva categoría de riesgo crediticio relacionada con el cambio climático refleja esta tendencia, impulsando a las empresas petroleras a realizar inversiones significativas en infraestructura para operar con energía eléctrica o renovable.
En este proceso de descarbonización, Genneia se destaca como un actor clave. Como la primera empresa de generación del país en superar los 1.000 MW de potencia instalada renovable, Genneia ha liderado el camino en la adopción de energías limpias en Argentina. Con una inversión de más de US$ 1.500 millones en los últimos 8 años, la empresa ha completado 18 proyectos de energía renovable, desmantelando centrales térmicas convencionales y reduciendo su intensidad de carbono en un impresionante 86%. Su objetivo es alcanzar el 94% para 2030 y llegar al 100% de descarbonización.
La industria petrolera se encuentra en un punto de inflexión, donde la descarbonización no solo es una necesidad ambiental, sino también un imperativo económico y financiero. Aquellas empresas que lideren este cambio estarán mejor posicionadas para enfrentar los desafíos del futuro y aprovechar las oportunidades emergentes en un mundo cada vez más consciente del impacto ambiental de sus actividades industriales.
La transición hacia la electrificación y la descarbonización no solo representa un cambio en las prácticas operativas de la industria petrolera, sino también una oportunidad para impulsar la innovación y la diversificación económica. Con la creciente demanda de energías limpias y sostenibles, las empresas que lideren esta transformación podrían posicionarse como pioneras en un mercado global en evolución. Además, la inversión en infraestructura y tecnologías renovables no solo contribuirá a mitigar el impacto ambiental, sino que también podría generar empleo y promover el desarrollo de nuevas habilidades y conocimientos en la fuerza laboral.
Por otro lado, la experiencia de Genneia en la implementación de proyectos de energía renovable destaca el potencial de Argentina para convertirse en un líder regional en el sector. Con su enfoque en la descarbonización y su capacidad para superar desafíos técnicos y financieros, Genneia muestra el camino hacia una economía más sostenible y resiliente. Este ejemplo podría inspirar a otras empresas del país y de la región a seguir su liderazgo, aprovechando las oportunidades que ofrece la transición hacia una energía más limpia y un futuro más sostenible para todos.
La descarbonización se impone como factor clave en la inversión y exportación petrolera
La industria petrolera enfrenta una transformación sin precedentes, marcada por la necesidad de adaptarse a las demandas de un mercado cada vez más preocupado por el cambio climático. En un reciente webinar organizado por el Mercado Electrónico de Gas (MEGSA), Gustavo Anbinder, director de Negocios & Desarrollo de Genneia, destacó que la electrificación de las operaciones petroleras se ha convertido en una realidad ineludible.