El oleoducto recorrerá 570 kilómetros entre la localidad neuquina de Añelo, corazón del desarrollo no convencional, y Punta Colorada, en la costa atlántica de Río Negro, donde se montará una nueva terminal de exportación. La obra busca duplicar la capacidad de evacuación del petróleo producido en la cuenca neuquina, que actualmente registra niveles récord.
Según fuentes involucradas en la operación, el cierre del crédito se extendió más de lo previsto. Originalmente se negociaba un monto de 1.700 millones de dólares, pero finalmente el préstamo fue ampliado hasta los 2.000 millones. La línea de financiamiento tendrá un plazo de cinco años y una tasa de interés superior al 10% anual.
El consorcio que impulsará la obra está integrado por YPF, Chevron, Shell, Vista, Pluspetrol, Pan American Energy, Pampa Energía y Tecpetrol. Además del crédito externo, se prevé una emisión de deuda en el mercado local por unos 400 millones de dólares y aportes de capital de las propias compañías para completar el financiamiento, cuya inversión total superará los 2.500 millones de dólares.
Entre las entidades que participan del préstamo figuran bancos internacionales de primer nivel como Citi, Deutsche Bank, Itaú, JP Morgan y Santander. Según trascendió, podrían sumarse hasta diez instituciones adicionales. La tasa de interés estará vinculada a la referencia SOFR, con un spread que operadores del mercado calificaron como “competitivo” dadas las actuales restricciones de financiamiento que enfrenta la economía argentina.
El oleoducto VMOS tendrá capacidad inicial para transportar 550.000 barriles diarios de crudo y podrá ampliarse hasta 700.000 barriles. La expectativa es que la nueva infraestructura comience a operar en el segundo semestre de 2027, permitiendo un crecimiento escalonado de las exportaciones hasta alcanzar un flujo anual estimado en 15.000 millones de dólares a partir de 2028.
La obra también contempla estaciones de bombeo, instalaciones de almacenamiento y un polo exportador capaz de recibir buques de gran calado. Este nuevo punto de salida reducirá la dependencia de otras terminales del Atlántico Sur y mejorará la logística hacia los principales mercados internacionales, especialmente Asia.
El presidente de YPF, Horacio Marín, destacó que este proyecto forma parte de un plan más amplio que permitiría exportar hasta 15.000 millones de dólares anuales en petróleo y otros 15.000 millones en gas natural licuado (GNL) hacia 2031. Esa proyección, según el ejecutivo, podría representar un aporte estructural para equilibrar la balanza de divisas del país.
La concreción de este financiamiento es interpretada como una señal de confianza de los mercados internacionales en el potencial productivo de Vaca Muerta, considerada la cuarta reserva de shale oil del mundo. Además, abre la puerta a replicar este esquema mixto de financiamiento —entre crédito externo y emisiones domésticas— en otros proyectos estratégicos de infraestructura energética o minería.
La construcción del VMOS comenzó en enero de este año y ya se encuentra en etapas avanzadas de movimiento de suelos y entrega de caños. El mes pasado se concretó la primera soldadura del ducto, un hito clave en el cronograma previsto.
Para las autoridades energéticas y las empresas del sector, el oleoducto será una pieza central en el desarrollo de la industria de hidrocarburos no convencionales y un vector decisivo para aumentar la competitividad del crudo argentino en el mercado global.
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