La iniciativa, aprobada por la Secretaría de Energía del Ministerio de Economía, representa un paso estratégico para el desarrollo del sector energético nacional. La planta flotante procesará gas natural proveniente de Vaca Muerta, transformándolo en gas natural licuado (GNL) para su exportación, posicionando a la Argentina como un actor relevante en el mercado global de este recurso.
El régimen RIGI, creado por la Ley 27.742, tiene como objetivo atraer grandes inversiones que fortalezcan sectores estratégicos de la economía nacional. En este caso, el proyecto de Southern Energy se enmarca en el objetivo de diversificar la matriz energética, incrementar las exportaciones y fomentar la creación de empleo en el país.
La planta flotante, conocida como FLNG (por sus siglas en inglés), tendrá una capacidad de producción anual que oscilará entre 1,5 millones y 2,2 millones de toneladas de GNL. Esta variación dependerá de la disponibilidad de infraestructura de transporte de gas, aspecto que también forma parte de la planificación del proyecto.
Según la resolución, el comité evaluador del RIGI aprobó la adhesión de Southern Energy luego de analizar los informes técnicos y económicos presentados por la empresa. Dichos estudios evidenciaron la viabilidad de la iniciativa y su impacto positivo sobre la economía, estimando un aumento en la producción nacional de gas de entre el 5% y el 8% anual.
El desarrollo del proyecto se dividirá en dos etapas. La primera contempla una inversión de US$ 1.603 millones, mientras que la segunda requerirá US$ 1.222 millones. La mayor parte de los fondos se destinará a la instalación del buque MKII, una unidad flotante de licuefacción provista por la empresa noruega Golar LNG, que operará en conjunto con Southern Energy.
La importancia de esta obra trasciende lo económico. Está alineada con los intereses estratégicos del país, al buscar insertarse en mercados internacionales con una oferta competitiva de GNL, especialmente en aquellos donde las exportaciones argentinas aún son reducidas. El proyecto apunta a contratos de largo plazo con compradores extranjeros.
Southern Energy ya ha anticipado que aprovechará los excedentes del sistema de transporte de gas durante los meses de menor demanda, como el verano, para alimentar la planta. Este modelo permitirá optimizar el uso de la infraestructura existente y maximizar el potencial exportador del país.
La operación de la unidad flotante Hilli Episeyo, prevista para 2027, marcará el inicio concreto de las exportaciones de GNL desde Argentina. Esta será la primera experiencia nacional de licuefacción en el mar, lo que representa un hito técnico y logístico para el sector energético.
La adhesión al RIGI impone a la empresa ciertos compromisos clave. Entre ellos, se establece que al menos el 20% de la inversión inicial deberá concretarse en los primeros dos años, mientras que el total deberá cumplirse antes del 31 de diciembre de 2035. El proyecto también está obligado a seguir un cronograma de obras ya aprobado.
Otro de los aspectos centrales es el desarrollo de una red de proveedores locales. La empresa deberá implementar un plan para potenciar la participación de la industria nacional en distintas etapas del proyecto, desde la construcción hasta el mantenimiento operativo.
Con este megaproyecto, la Argentina apuesta a consolidarse como exportador de gas natural licuado, en un contexto global de creciente demanda por fuentes energéticas más limpias. La instalación en el Golfo de San Matías representa no solo una inversión multimillonaria, sino también una apuesta de largo plazo para el futuro energético del país.
Argentina avanza con un megaproyecto energético en Río Negro tras su adhesión al RIGI
El Gobierno nacional oficializó la adhesión de un nuevo megaproyecto energético al Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI), mediante la publicación de la resolución 559/2025 en el Boletín Oficial. Se trata de una iniciativa impulsada por Southern Energy S.A., que prevé la instalación de una planta flotante de licuefacción de gas natural en el Golfo de San Matías, con una inversión total estimada en US$ 6.878 millones.