La intervención fue considerada de carácter estratégico debido a la relevancia que posee el ducto en el sistema de transporte de gas de la región. La erosión identificada generaba un riesgo creciente que requería medidas preventivas y correctivas inmediatas.
Para resolver la situación, Ivecor llevó adelante estudios específicos que permitieron diseñar una solución integral. El plan de trabajo se elaboró bajo los lineamientos de la normativa 2024 de la Subsecretaría de Recursos Hídricos de Neuquén, lo que garantizó la adecuación técnica y regulatoria de la obra.
La ejecución contempló la estabilización del suelo en la zona afectada, mediante técnicas de refuerzo que aseguran la resistencia ante fenómenos naturales. El tratamiento del terreno fue una etapa crucial para garantizar la durabilidad de la protección instalada.
Posteriormente, se aplicaron capas de protección especial con el fin de generar una barrera adicional frente a la erosión. Este paso resultó esencial para reducir la vulnerabilidad del ducto en una zona caracterizada por factores ambientales complejos.
Otro de los componentes centrales de la obra fue la construcción de una manta de hormigón sobre el sector crítico. Esta estructura refuerza la superficie y actúa como resguardo físico ante la acción del agua y el desgaste del terreno.
Los trabajos se desarrollaron bajo estrictas normas de seguridad laboral y con especial atención en la preservación ambiental. La empresa destacó que se implementaron protocolos para minimizar el impacto sobre el entorno y garantizar un desarrollo responsable.
La finalización dentro de los plazos previstos fue otro aspecto resaltado por Ivecor, que subrayó la importancia de cumplir con los tiempos acordados en un proyecto de alta sensibilidad operativa.
La compañía felicitó a su equipo técnico y operativo por el compromiso y la eficiencia demostrados durante todo el proceso. El personal trabajó en condiciones exigentes y respondió con soluciones innovadoras que aseguraron la calidad de la obra.
El Gasoducto del Pacífico es una infraestructura de relevancia estratégica que vincula a Neuquén con Chile y constituye un punto clave en el transporte energético de la región. Su protección y mantenimiento son prioritarios para asegurar el suministro y la confiabilidad del sistema.
La intervención de Ivecor refuerza el papel de las pymes especializadas en ingeniería y construcción dentro de la cadena de valor energética. Estas compañías aportan conocimientos técnicos y capacidad de respuesta frente a problemáticas complejas.
La experiencia de Monte Maíz en proyectos de infraestructura posiciona a Ivecor como un actor relevante en la provisión de soluciones a medida para el sector energético, combinando innovación con cumplimiento normativo.
Con la culminación de esta obra, la empresa reafirma su compromiso con la excelencia técnica y con la seguridad operativa, consolidando su presencia en la región de Vaca Muerta y contribuyendo a la sostenibilidad de una de las principales infraestructuras energéticas del país.